La industria catalana, en jaque por los aranceles de EEUU: una de cada tres empresas ya sufre el impacto
El aumento de las tarifas de la Casa Blanca afecta ya al 14,4% del tejido empresarial catalán, que busca cómo mitigar el golpe en sus cuentas

El sector industrial catalán, en vilo por los aranceles de Trump
Barcelona - Publicado el
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La nueva política arancelaria de Estados Unidos ha comenzado a pasar factura al tejido empresarial catalán. Durante el tercer trimestre de 2025, un 14,4% de las empresas de Cataluña han reportado verse afectadas por la subida de tarifas que entró en vigor el pasado mes de agosto.
Los datos, extraídos de un informe del Institut d’Estadística de Catalunya (Idescat) y la Cambra de Comerç de Barcelona, revelan que el impacto es especialmente severo en el sector industrial, donde la cifra de compañías afectadas se dispara hasta el 32,2%.
A gran distancia de la industria se sitúan otros sectores como el comercio, con un 14,9% de empresas que han notado los efectos de los aranceles. En el extremo opuesto, la hostelería se posiciona como el sector menos expuesto, con solo un 2,9% de afectación, seguido de cerca por la construcción (7,8%) y el bloque de otros servicios (7,9%).
Este escenario dibuja un mapa desigual del impacto comercial, donde la industria manufacturera absorbe la mayor parte de la presión económica derivada de las tensiones comerciales transatlánticas.
Preocupación generalizada en el sector industrial
El nerviosismo se ha instalado en una parte significativa del empresariado. Tres de cada diez compañías catalanas, un 30,1%, declaran estar "bastante o muy preocupadas" por la subida de aranceles a los productos importados de la Unión Europea. Una vez más, es la industria la que manifiesta un mayor grado de inquietud, con un 45,1% de sus empresarios mostrando una elevada preocupación por el contexto actual y sus posibles consecuencias a medio y largo plazo.

Contenedores de mercancías en el muelle de descarga del Puerto de Barcelona
La correlación entre la afectación directa y la preocupación es casi total. Entre las empresas que ya han sufrido el impacto de la nueva política económica de Estados Unidos, el grado de preocupación se eleva hasta un contundente 79,3%. En cambio, para aquellas compañías que, por ahora, no han experimentado efectos negativos directos, el porcentaje de empresarios preocupados se reduce drásticamente hasta el 21,9%, lo que demuestra que la inquietud está directamente ligada a la experiencia real de cada negocio.
Costes al alza y márgenes a la baja
Las consecuencias de la guerra comercial se materializan de formas muy concretas en los balances de las empresas. La afectación más común ha sido el aumento de los costes operativos, reportado por un 63,7% de las compañías afectadas. Casi a la par, un 62,8% de las empresas ha visto cómo sus márgenes de beneficio se han reducido como resultado directo de la absorción de las nuevas tarifas o de la dificultad para trasladarlas al cliente final.
Junto a la presión sobre los costes y los márgenes, un notable 43,1% de los negocios ha experimentado una reducción en su volumen de ventas, lo que sugiere una contracción de la demanda o una pérdida de competitividad frente a rivales no afectados por los aranceles. Además, un 24,5% de las empresas señalan un aumento de la competencia en el mercado, posiblemente de actores que han podido sortear mejor la nueva coyuntura comercial.

La industria catalana, preocupada por los aranceles impuestos por Estados Unidos
Nuevas estrategias para esquivar el golpe
Ante esta compleja situación, las empresas catalanas han activado diversas palancas estratégicas. La reacción más extendida, adoptada por un 52% de las afectadas, ha sido repercutir el aumento de los aranceles en el precio final de sus productos o servicios.
En paralelo, casi la mitad (48,2%), opta por la vía contraria: reducir sus propios márgenes de beneficio para mantener la competitividad y no perder cuota de mercado, asumiendo el golpe en sus cuentas.
Más allá de la política de precios, las compañías están reorientando su actividad comercial y productiva. Un 37,1% ha decidido intensificar sus inversiones y ventas dentro del mercado de la Unión Europea, buscando refugio en el espacio económico común. De forma similar, un 35,6% está abriendo o potenciando nuevos mercados de venta fuera de la UE para diversificar su clientela. La modificación de la cadena de suministro, con un 33,3%, también emerge como una estrategia clave para encontrar proveedores alternativos no afectados por las tarifas.
Por el contrario, la opción de deslocalizar parte de la actividad es claramente minoritaria. La estrategia de trasladar la producción a los Estados Unidos para evitar los aranceles presenta el porcentaje más bajo, con solo un 7,3% de los establecimientos que la han adoptado o planean hacerlo.

Donald Trump, presidente de los EEUU
Este dato sugiere una fuerte apuesta por mantener la base productiva en Cataluña a pesar de las dificultades. Mientras, un hipotético desarme arancelario por parte de la UE sería bienvenido: un 22,6% de las empresas cree que una reducción de aranceles a las importaciones de EEUU disminuiría sus costes.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



