¿Engorda más la miga o la corteza del pan?

Muchas personas retiran la miga del pan pensando que así reducen las calorías de sus comidas. Sin embargo, la realidad es que la corteza del pan contiene más energía que la miga, ya que tiene menos agua y una mayor concentración de harina. Esto significa que, a igual peso, la corteza aporta más calorías, aunque la miga parezca más abundante. 

La diferencia está en la densidad del producto. La miga es más esponjosa y contiene pequeñas burbujas de aire, lo que hace que tenga menos calorías por gramo. En cambio, la corteza, al estar más deshidratada, concentra más nutrientes y, por tanto, más energía.

Un buen ejemplo es el pan tostado. Cuando se tuesta, pierde parte de su humedad y, aunque mantiene los mismos ingredientes, aumenta su valor calórico por gramo. Esto no significa que sea menos saludable, pero sí que resulta más energético que el pan fresco, simplemente porque es más compacto.

Por ello, si lo que se busca es reducir la ingesta calórica, no basta con quitar la miga. Lo que realmente marca la diferencia es la cantidad total de pan que se consume y, sobre todo, el tipo de relleno o acompañamiento que se utilice. Un bocadillo con embutidos, quesos o salsas puede aportar muchas más calorías que el propio pan.

Una alternativa recomendable es optar por panes integrales o de masa madre, que aportan más fibra, ayudan a mejorar la digestión y generan una mayor sensación de saciedad. Además, al ser menos refinados, su impacto sobre los niveles de azúcar en sangre es más bajo.

También conviene recordar que la miga no es “mala”: contiene almidón, proteínas vegetales y algo de fibra, y puede formar parte de una dieta equilibrada. El secreto está en consumir el pan con moderación, priorizar las versiones integrales y evitar abusar de los acompañamientos más grasos.

El debate entre miga y corteza no tiene tanto que ver con qué parte engorda más, sino con los hábitos alimenticios y las cantidades. Comer pan no tiene por qué ser un problema si se hace con medida y se combina con alimentos saludables. Disfrutar de una buena rebanada puede ser perfectamente compatible con una dieta equilibrada.