¿Cómo ahorrar en la recta final del verano?: estos son los trucos si cobras menos de 2.000 euros al mes
Entre escapadas, ocio, comidas fuera de casa, transporte y el regreso progresivo a la rutina, el presupuesto sufre un poco más que el resto del año.

Factura
Barcelona - Publicado el - Actualizado
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La recta final del verano puede ser una época difícil para las finanzas personales, especialmente para quienes cuentan con ingresos mensuales inferiores a los 2.000 euros. Entre escapadas, ocio, gastos en transporte y el regreso progresivo a la rutina, el presupuesto se ve apretado. Sin embargo, con un poco de organización y creatividad, aún es posible ahorrar sin dejar de disfrutar de los últimos días de buen clima.
Para muchas personas, ganar menos de 2.000 euros mensuales representa una limitación, pero también puede ser el punto de partida para construir hábitos financieros sólidos hasta el punto que, incluso con ingresos limitados, hay principios fundamentales que pueden ayudar a mantener el equilibrio económico y planificar con más seguridad.
Antes de hacer cualquier ajuste, es crucial saber en qué estás gastando tu dinero. Una revisión rápida de los últimos extractos bancarios puede revelar pequeñas fugas de dinero, como suscripciones que no usas o compras impulsivas. Por eso, hay que replantearse el ocio de verano. Un consejo según los expertos es "no vivir por encima de nuestras posibilidades" y "gastar menos de lo que se gana".

Vacaciones
planes con un coste mucho menor
Salir de casa no tiene por qué implicar gastar mucho. Muchas ciudades ofrecen actividades gratuitas durante agosto: conciertos al aire libre, cine de verano, talleres culturales y ferias locales. Si tienes niños, los parques, playas o piscinas municipales son opciones más económicas que los parques temáticos. Y otra opción es organizar planes caseros con amigos o familiares: las cenas compartidas o noches de juegos pueden ser igual de entretenidas que salir a cenar, pero con un coste mucho menor.
ahorrar energía sin pasar calor
El consumo eléctrico aumenta en verano por el uso del aire acondicionado. Por ese motivo, para evitar facturas elevadas, prioriza el uso de ventiladores, que consumen hasta un 90% menos que los aires acondicionados. Mantener las persianas bajadas en las horas más calurosas y ventilar la casa por la noche ayuda a mantener una temperatura agradable sin encender aparatos. Además, si aún no lo has hecho, cambia bombillas tradicionales por LED y desenchufa dispositivos que no estés utilizando. Son gestos pequeños que, acumulados, generan un ahorro considerable.
adaptar las compras a la temporada
Aprovecha las rebajas de final de verano para adquirir productos básicos como ropa o artículos para el hogar. Sin embargo, evita dejarte llevar por la tentación: compra solo lo que necesitas o aquello que realmente vas a utilizar y, referente a la comida, planifica tus menús semanales antes de hacer la compra para evitar desperdicios y sobrecostes.
preparar la vuelta con antelación
Agosto también es una buena oportunidad para anticiparte a los gastos de septiembre, como libros, material escolar o ropa para la vuelta al trabajo. Comprar ahora permite acceder a ofertas y evitar compras de última hora a precios inflados. Se pueden organizar intercambios de ropa o materiales escolares con otros padres o buscar plataformas de segunda mano, donde muchas familias venden productos en buen estado a precios muy bajos.
ESTABLECER RETOS DE AHORRO
Finalmente, plantearnos un objetivo de ahorro concreto, por ejemplo, guardar 100 euros antes de septiembre, podria servir de gran ayuda. Puedes lograrlo ajustando pequeños gastos diarios: llevar comida de casa en lugar de comer fuera, evitar cafés comprados o posponer alguna compra no urgente. Convertir el ahorro en un reto personal o familiar puede incluso ser motivador y educativo para los más pequeños.
Un error común cuando los ingresos son limitados es pensar que el ahorro debe esperar a “tiempos mejores”. Sin embargo, es importante incorporar este hábito cuanto antes. Ahorrar al menos el 10% de los ingresos, aunque sea poco, la constancia es clave.
La recta final del verano puede ser una oportunidad para desarrollar hábitos financieros más saludables, que no solo te ayuden a cerrar agosto sin agobios, sino que te preparen mejor para el resto del año. Con planificación, creatividad y disciplina, es posible disfrutar sin endeudarse.