El Barça se va de bajón al parón
El fútbol es un juego de errores y los de Flick cometieron demasiados en Sevilla.

Lewandowski, tras fallar su penalti en el Sevilla-Barça
Barcelona - Publicado el
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Mala semana para el Barça justo antes del parón. El PSG le mostró que está algún escalón por debajo del nivel del campeón de Europa y se deja tres puntos en Sevilla cediendo el liderato a manos del Real Madrid con el clásico a menos de un mes vista. Si bien ante el PSG pasó lo que podía pasar, que el mejor equipo del continente te ganara, lo de Sevilla es más preocupante. Faltaron intensidad y soluciones. El Barça debe entender que o se toma cada partido como una batalla o será imposible revalidar el título. Esa fue la clave de la pasada temporada, afrontar cada duelo como si de una final se tratara.
El fútbol es un juego de errores y el Barça cometió demasiados de bulto en Sevilla. El primero fue salir sin la intensidad adecuada. El segundo va por cuenta ajena. Isaac Romero hace por engancharse con las piernas de Araújo dentro del área, el árbitro lo ve bien pero incomprensiblemente le llaman desde el VAR a revisar la acción. Condicionado por el mensaje que le llega desde la sala acaba pitando penalti. El fallo arbitral quedó sepultado por los errores azulgrana que llegaron después. Una pérdida de Koundé le costó al Barça el segundo. Cuando tuvo la oportunidad de empatar con todavía quince minutos largos por delante Lewandowski y su maldita paradiña desperdiciaron la ocasión, era el momento. Que alguien le diga al polaco que o se olvide del saltito o se olvide de lanzar más penaltis, por favor. Roony tuvo dos clarísimas poco después en sus botas, remató sin fuerza ni colocación. Un delantero de primer nivel enchufa mínimo una. Y con el Barça volcado en busca del empate llegó el error de Szczesny que estaba mal colocado, se tiró a cámara lenta y le faltó fortaleza en la mano para detener el tiro cruzado de Carmona. Inevitable recordar en ese momento de Joan García. Era el tercero que sentenciaba el partido y después el cuarto para cerrar la goleada.
Puede que el parón esta vez llegue en buen momento. Tiene que servir para recuperar gente y reflexionar. El PSG y el Sevilla han enseñado que la nueva manera de entorpecer al Barça es ahogar su centro del campo, en especial a Pedri. En el Sánchez Pizjuán tocó la mitad de los balones que toca habitualmente. Flick debe encontrar soluciones a eso. Cubrís no está bien, Olmo está desconocido, Yamal anda tocado… Y después de Octubre llega Noviembre.