El informe INSOCAT realizado por ECAS (Entidades Catalanas de Acción Social) y presentado por Cáritas expone que en Cataluña ser migrante de origen extracomunitario es una condición que aboca a la pobreza y a la exclusión, el 54% de este segmento presenta esta condición.

La brecha de pobreza según el origen de la población pone en evidencia las deficiencias del sistema de protección social en Cataluña, según ha expuesto hoy ECAS en la sede de Cáritas. La renta media anual de los hogares en la comunidad catalana muestra una diferencia de más de 8.000 euros dependiendo de si la persona de referencia es nacida en España o migrada de fuera. La entidad eclesiástica sostiene que esta situación es producto de una suma de problemáticas estructurales de las cuales el propio proceso migratorio y la Ley de extranjería son factores generadores de pobreza para una parte de la población. Y destacan una discriminación salarial de género y de origen. Los datos se agravan en el caso de las mujeres, constatando que prácticamente el 60% de las mujeres provinientes de países extracomunitarios están en una situación de pobreza. 4 de cada 10 mujeres que se encuentran entre las nacidas en países africanos o asiáticos cobran menos de 500 euros mensuales brutos y 7 de cada 10, menos de 1.000 euros.

En lo que respecta a la educación los expertos en investigación social destacan que en Cataluña un 34,3% de los alumnos de ESO con nacionalidad extranjera están en un curso inferior al que les tocaría por edad.

Durante la presentación del informe que ha tenido lugar en la sede de Cáritas de Barcelona, los ponentes -Georgina Marín, investigadora social y Ferran Busquets, Vocal de pobreza ECAS- han reclamado una nueva ley de extranjería para regular y apoyar a los migrantes, además de políticas que vayan por el mismo camino.