Prisión provisional para el hostelero de Olleros (Zamora) tras herir a un hombre que intentaba robarle
Cientos de vecinos se concentran para apoyar al detenido, mientras la justicia ordena su ingreso en prisión provisional

Manifiesto en Olleros por la agresión
Zamora - Publicado el
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La localidad zamorana de Olleros de Tera vive momentos de tensión y solidaridad tras el suceso ocurrido este lunes, cuando un hombre de 40 años resultó apuñalado con tres cuchilladas durante un presunto intento de robo en un bar de la localidad. El herido fue trasladado en helicóptero al Complejo Asistencial de León, donde permanece ingresado en la UCI.
El presunto agresor, dueño del bar y vecino del pueblo, fue detenido por la Guardia Civil y, tras conocerse el alcance de las heridas de la víctima, el juzgado ha decretado su ingreso en prisión provisional comunicada. El hombre ha sido trasladado al centro penitenciario de Topas, mientras continúa la investigación de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Zamora.
APOYO VECINAL
El caso ha provocado una fuerte respuesta vecinal. Unas 300 personas se concentraron este miércoles en la Plaza Mayor de Olleros de Tera para mostrar su apoyo al detenido, identificado como Álvaro, y exigir su puesta en libertad. La movilización, convocada por los propios vecinos, recorrió las calles del pueblo hasta el bar "La Trucha", escenario del suceso.
Durante la concentración se leyeron manifiestos en los que se defendió la actuación de Álvaro como un acto de legítima defensa ante un nuevo intento de robo. “Álvaro ha protegido su hogar y a su familia. Cualquiera en su lugar habría hecho lo mismo”, expresó Ricardo Arroyo, concejal del municipio y uno de los portavoces de la protesta.
Los vecinos denuncian que los robos en huertos y propiedades llevan semanas generando alarma en la zona y que la inseguridad ha aumentado. “Queremos vivir sin miedo”, rezaban algunas de las pancartas, junto a lemas como “Álvaro no estás solo” o “Álvaro somos todos”.
INSEGURIDAD EN EL PUEBLO
El testimonio de vecinos refleja una profunda preocupación: “Estamos perdiendo la tranquilidad de toda la vida. No se puede vivir así”, aseguró María Mateos, de Calzadilla de Tera. Otro residente, José Manuel Fernández, se mostró tajante: “Estoy en mi casa y la defiendo. Las leyes están mal hechas”.
Mientras tanto, el proceso judicial sigue su curso. El futuro legal de Álvaro dependerá del avance de la investigación y del tipo delictivo que finalmente le sea imputado: lesiones graves o tentativa de homicidio. Los vecinos, sin embargo, lo tienen claro: “No se puede criminalizar a quien defiende lo suyo”.