El obispo de la Diócesis de Zamora, Fernando Valera bendijo la Casa Betania, acompañado por Antonio Jesús Martín de Lera, delegado diocesano de Cáritas, y María León, directora de la Casa de Acogida. Acto al que asistieron, entre otras autoridades civiles y militares, Francisco José Requejo, presidente de la Diputación, y Ángel Blanco, subdelegado del Gobierno.

La nueva Casa de Acogida ,ubicada en el antiguo convento de las Siervas de María en la calle Sor Dositea Andrés, dará cabida a 29 personas.

Las obras han tenido un coste de 1,2 millones, sin ayuda de las administraciones,de los que 200.000 euros han sido aportados desde los servicios centrales de Cáritas a través de una subvención de Loterías y Apuestas del Estado, y el resto, un millón de euros, aportados por Cáritas Zamora, principalmente de aportaciones privadas y especialmente de una herencia según explicaba Antonio Martín de Lera, delegado de Cáritas.

El Obispo de la Diócesis,tras el acto destacó que este nuevo centro es un “lugar de acogida, que quiere mantener su puerta abierta”.

La directora de Casa Betania, María León, describió la distribución del edificio, donde en la planta baja se encuentran el comedor, una buena cocina, salón de estar y zona de trabajo. En la primera planta, tenemos habitaciones disponibles para personas de paso. En la segunda planta, se hallan personas que residen aquí temporalmente entre 15 días y varios años, dependiendo de las circunstancias”.

Las razones del cambio del centro,ante ubicado en la calle de La Reina r están basadas en las dificultades de acceso a esa antigua casa , la carencia de ascensor, que se dejaba notar cuando llegaba alguna persona con dificultades físicas. “Hemos mejorado muchísimos en calidad, porque las personas necesitan la mayor dignidad posible y nosotros tenemos que garantizarla”,señaló María León.