Los ángeles del Camino: La Guardia Civil vela por la seguridad de los peregrinos en Zamora

En el corazón del Camino de Santiago, la provincia de Zamora se ha consolidado como un enclave seguro y hospitalario para los miles de peregrinos que, cada año, se lanzan a recorrer sus senderos en busca de espiritualidad, aventura o encuentro personal. Buena parte de esa tranquilidad que acompaña cada paso tiene un rostro uniforme: el de los guardias civiles que, como auténticos ángeles de la guarda, protegen a quienes transitan los más de 500 kilómetros de rutas jacobeas zamoranas. Se calcula que en torno a siete mil personas al año.

La presentación este miércoles del Plan de Seguridad Jacobea 2025 por parte de la Comandancia de la Guardia Civil de Zamora reafirma este compromiso. Lejos de limitarse a la vigilancia, el plan articula una red integral de protección y asistencia que se adapta a las características del Camino y a las necesidades de los caminantes.

¿QUÉ ES LA OMAP?

Uno de sus pilares es la Oficina Móvil de Atención al Peregrino (OMAP), plenamente activa desde el 18 de marzo. Esta unidad ha llevado a cabo más de 220 servicios y prestado auxilio en 356 ocasiones durante el último año, sin que se haya registrado ningún delito. Desde asistencias sanitarias hasta información y orientación, su labor es un claro ejemplo de cercanía y eficacia.

Pero la protección va mucho más allá. La Guardia Civil despliega recursos de Seguridad Ciudadana, Tráfico, SEPRONA, unidades aéreas y equipos tecnológicos como el sistema Pegaso. A este dispositivo se suma la herramienta digital Alertcops, con funciones específicas para peregrinos como el “Guardián Benemérito”, que permite contactar con el 062, recibir alertas geolocalizadas o ubicar el cuartel más próximo.

REFUERZO INTERNACIONAL

La seguridad no entiende de fronteras. Por ello, este año se refuerza la dimensión internacional del plan con la colaboración de policías de Italia, Francia y Alemania, facilitando la atención a los visitantes extranjeros que suponen una parte importante del flujo de los más de 7.000 peregrinos anuales.

Desde la Vía de la Plata hasta el Camino Sanabrés, pasando por el Camino de Levante, el del Sudeste y el Zamorano-Portugués, la Guardia Civil adapta su presencia a la estacionalidad del camino, intensificando esfuerzos en primavera y verano. También trabaja de forma coordinada con las autoridades portuguesas en los tramos fronterizos.

Así, con presencia física y virtual, atención personalizada y vigilancia preventiva, los agentes se convierten en figuras invisibles pero presentes, protectores del espíritu jacobeo. Su trabajo permite que cada peregrino recorra su camino con la certeza de que, en Zamora, nunca camina solo.