En 2022 la Semana Santa de Valladolid estrenará seis nuevas procesiones en la tarde del Jueves Santo. Cinco de ellas, aprobadas en 2020 y fruto de la disolución ‘ad experimentum’ de la Procesión de la Amargura de Cristo.

Los orígenes de esta procesión, que hasta el año 2019 discurrió por las calles más céntricas de Valladolid, se remontan a 1951. Y hasta el año 1993, por deseo expreso del arzobispo Antonio García y García, sucesor del impulsor de la reforma de la Semana Santa en los años 20 del siglo pasado, Monseñor Remigio Gandásegui, transcurrió por el barrio de Las Delicias.

Allí habían dado los primeros pasos para constituirse, posteriormente, en la Cofradía de la Exaltación de la Cruz los miembros de la Hermandad Ferroviaria. A ella se unieron las cofradías El Descendimiento y Santo Cristo del Despojo.

Pero no tardaron en sucederse los cambios. En 1979 se incorporaba la Cofradía de la Orden Franciscana Seglar La Santa Cruz Desnuda. Y en 1982, la Hermandad Penitencial de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna. Aunque esta última, al igual que la Cofradía del Santo Cristo del Despojo, acabaría desligándose del cortejo procesional.

Ya en 1986 se incorpora la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado y María Santísima de la Alegría. Y, por último, en 1992, Cofradía Penitencial de La Oración del Huerto y San Pascual Bailón. Dos años más tarde la Procesión se mudaba al centro. Ya había experiencia previa. Y es que en 1953, según refleja el programa de aquel año, dio comienzo en la Iglesia de San Andrés. Las obras en el túnel de Las Delicias impedían la llegada de las cofradías con sede fuera del barrio.

Ahora estas cinco cofradías toman caminos separados. Sin embargo, todas ellas, han apostado por mantener su estación eucarística en la Santa Iglesia Catedral. Un momento oración, compartida hasta 2019, que dará nombre a la nueva procesión que estrenará en 2022 la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado, María Santísima de la Alegría y Las Lágrimas de San Pedro, acompañando al paso ‘Las lágrimas de San Pedro’.

Procesión de Cristo en Getsemaní

Para la Cofradía Penitencial de La Oración del Huerto y San Pascual Bailón el 2022 será un año de estrenos por partida doble. A la Procesión de Cristo en Getsemaní hay que sumar el cambio de sede a la Iglesia de San Nicolás.

Su Procesión es la única que cuenta con el respaldo de un decreto arzobispal, firmado por el obispo auxiliar Luis Argüello. Y por lo tanto es la única que, por el momento, tiene asegurada su continuidad.

El Jueves Santo es para la Cofradía “el día, por excelencia”, afirma la vice hermana contador, Elena Bombín, de ‘La Oración del Huerto’, la imagen procesional a la que deben su nombre. En el título escogido hay una clara intencionalidad por introducir, por medio de la “agonía” que debió sentir Jesús en Getsemaní, a la segunda de las imágenes que alumbrarán en su nueva Procesión, ‘El Prendimiento’.

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Procesión de Humildad y Penitencia

En su empeño por volver a los orígenes, la Cofradía de la Orden Franciscana Seglar La Santa Cruz Desnuda ha optado por que los títulos propios que le fueron otorgados en Valladolid a la Venerable Orden Tercera a finales del siglo XVIII den nombre a su nueva Procesión.

La humildad “es intrínseca al carácter franciscano”, explica el hermano ministro de la Cofradía, Miguel Santos Romón.

Y la penitencia, por deseo expreso de San Francisco de Asís, que bien representa la Comisaría de San Diego, la encargada de portar sobre sus hombros tres de las imágenes procesionales de la Cofradía: ‘Santísimo Cristo Yacente’, ‘Nuestra Señora de la Soledad’ y ‘La Santa Cruz’.

Procesión de la Amargura en el Monte Calvario

Tres horas y 55 minutos es el tiempo exacto que separará a la Cofradía El Descendimiento y Santo Cristo de la Buena Muerte una vez partan en Procesión de la Amargura en el Monte Calvario hasta su próxima salida, ya en la medianoche del Jueves al Viernes Santo.

La Procesión de la Amargura de Cristo estaba “arraigada” en la Cofradía, asegura su presidente, Francisco Javier Coca.

En su recuerdo han querido hacer una referencia histórica manteniendo el nombre de ‘Nuestra Señora la Virgen de la Amargura’, la imagen con la que procesionó en su día la Cofradía del Santo Cristo del Despojo —hoy, del Santísimo Cristo Despojado— y que este 2022, según confirmó el propio Coca en El Hachón de COPE, volverá a las calles. Esta vez, alumbrada por los cofrades de El Descendimiento. A esta se une la segunda de las imágenes que tomarán partido en el nuevo cortejo procesional, ‘Monte Calvario’.

Procesión de la Exaltación de la Luz de Cristo

Con la Cofradía de la Exaltación y Nuestra Señora de los Dolores empezó todo. Pero no está entre sus planes devolver la Procesión de la Exaltación de la Luz de Cristo al barrio de Las Delicias, donde se encuentra su sede.

Se han encomendado una misión, en forma de gesto heredado de la Procesión de la Amargura de Cristo. “Supone un sobreesfuerzo”, asegura la presidenta de la Cofradía, Eva María Guadián. Especialmente para “los niños y la gente que es más mayor”. Pero seguirán acudiendo al centro de Valladolid, farol en mano, para acercar a su barrio la luz de las velas que en los días centrales de la Semana Santa iluminan el Monumento al Santísimo en la Santa Iglesia Catedral.

Procesión del Stmo. Cristo de la Preciosísima Sangre y María Stma. de la Caridad

Unos meses antes de aprobarse la disolución ‘ad experimentum’ de la Procesión de la Amargura de Cristo la Real y Venerable Cofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo había iniciado los trabajos para conseguir una procesión propia en la tarde del Jueves Santo.

Esta Cofradía, que en sus más de 90 años de historia siempre ha sido “muy de Cristo”, en palabras de su Hermano Mayor, Eduardo Sánchez, se vio atrapada por la mirada agónica y profunda de una talla de ‘María Santísima de la Caridad’. La obra acabaría siendo acogida por los cofrades de la Preciosísima Sangre, pero con una condición, señala Sánchez: “No pedir procesionarla hasta introducirla poco a poco en la vida de la Cofradía”.

Y así fue ocurriendo que en toda actividad caritativa tenían presenta a esta advocación de la Virgen. Una caridad, concretamente con los enfermos, que sustenta esta Procesión. Junto con la sangre derramada de los cristianos perseguidos, en recuerdo también a la que derramó Cristo en la Cruz y a la que desde su fundación rinde tributo la Real y Venerable Cofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.