La incertidumbre que envuelve al nuevo coronavirus hace necesario tener a punto todos los recursos sanitarios ante la posibilidad de que tras el verano se produzca una nueva oleada de infecciones. El sistema sanitario en Valladolid, ahora con menor presión, contará con una unidad específica COVID-19 que se levantará en los próximos tres meses en el edificio Rondilla de la capital, el antiguo Hospital Río Hortega.

La idea de la gerencia de Sacyl es concluir con el proceso justo después del verano. Para ello, se acometerá una obra “no muy compleja”, que implica renovar los techos del inmueble que están deteriorados, adecuar baños y pavimentos. Todo estará preparado para su disponibilidad entre septiembre u octubre, según ha confirmado a COPE Eduardo Garcia Prieto, gerente de las áreas de Sacyl en Valladolid.

Tendrá capacidad para 250 pacientes. “Es casi un hospital”. La contratación del personal sanitario se realizaría en función de la ocupación de las camas. Un espacio pensado para atender pacientes COVID, “un poco más complejos” que los que se atendieron en el hospital de feria, pero “nunca pacientes graves” que seguirían siendo atendidos en los tres hospitales de referencia, Río Hortega y Clínico de Valladolid y comarcal de Medina del Campo.

Dotación de la nueva unidad COVID-19

Para ello se comprarán camas nuevas, material propio de atención hospitalaria, carros de medicación, almacenamiento de planta y material técnico, como respiradores.

De forma paralela, entre esta semana y la próxima, se habrá culminado con el desmontaje del hospital de campaña habilitado en la Feria de Valladolid. Todo el material se trasladará al edificio Rondilla donde se va a almacenar para distribuir a otros hospitales. El resto, se empleará en la nueva unidad.