El campo se ha echado a la calle en Soria para exigir futuro y prestigio al sector agobiado por los precios, por los daños de la fauna salvaje y por el descrédito al que se ven sometidos por los grupos ecologistas y animalistas.

Más de 500 tractores llegados de toda la provincia han colapsado las calles de la capital haciendo oir sus quejas y el lamento de un sector que advierte que el campo se muere. Carmelo Gómez, presidente de Asaja en Soria lamenta que cuando comenzó en la actividad "había en mi pueblo quince o dieciséis agricultores y ahora somos cinco" e insiste en que pese a la incorporación de jóvenes al sector, se imponen los de mayor edad.

Una tractorada convocada por Asaja, Upa y Coag. El responsable de UPA, Raúl Ramírez, explicaba a los micrófonos de Cope Soria que el sector está en números rojos y deben ser tenidos en cuenta porque atraviesan una situación insostenible. "Lo que pasa hoy aquí es demostrar a la sociedad y a los gobiernos que la agricultora no es viable, que el futuro del sector está en números rojos y no se nos tiene en cuenta a la hora de tomar decisiones importantes".

Raúl Ramírez insiste en que no vale hablar de la España vaciada y después abandonar al sector. "La concentración de tractores y la manifestación son demostraciones claras de que la agricultura soriana quiere estar viva , tener futuro y dar futuro a nuestros pueblos", añade Ramírez quien apuesta por "poner en valor el medio rural que no se ha vaciado ahora, se vació en los años 60".

Los profesionales del campo piden ayuda directa a los productores y recuerdan a los ciudadanos que los productos no llegan solos a los supermercados. Muchos han venido con sus tractores desde distancias de más de 100 kilómetros para que se escuche su voz y sus demandas.

Los agricultores quieren dejar claro que las medidas anunciadas por el gobierno no repercuten en la provincia y por lo tanto insisten en que deben atenderse las necesidades de cada territorio.

Hoy día de movilizaciones, para el balance y para valorar futuras acciones, habrá que esperar a mañana.