Llega el Día del Orgullo Loco a Salamanca con la deseada "independencia" de 12 personas

Todavía hoy, en pleno siglo XXI, y en el que se nos llena la “boca de agua” hablando de sociedad inclusiva; la enfermedad mental es un estigma para la persona que la padece de manera crónica o en un momento de su vida.

Se les ha visto y sigue viendo como algo vergonzoso o peligroso. Las personas con una salud mental frágil todavía tienen que luchar para encontrar su hueco en una sociedad que se lo debe por derecho. Son seres humanos.

Viven en sus carnes las injusticias en el acceso a la formación, al trabajo y a la vivienda. A veces, incluso se les ha sometido a terapias inhumanas. Todos hemos oído hablar de la lobotomía.

Llega ahora el Día del Orgullo Loco en el Centro de Día de Salud Mental Ranquines en Salamanca. Un día que supone una afirmación de la identidad y una celebración de la diversidad en la experiencia humana. Al igual que el orgullo que lucha contra las injusticias por la orientación sexual o el orgullo racial, el Orgullo Loco es la manera que tienen otras personas de reclamar su derecho a tener un lugar en la sociedad y que se cuenten con ellas. En COPE Salamanca nos preguntamos cómo es el acceso a la vivienda de las personas con problemas de salud mental.

Le preguntamos al coordinador del centro, dependiente de Cáritas Diocesana de Salamanca, José Manuel Lázaro. "Te lo puedes imaginar,  no lo tienen nada fácil”. Pero a grandes problemas, grandes soluciones.

Tres pisos de alquiler tutelados para 12 personas  

El Centro de Salud Mental Ranquines ha sufrido junto con los usuarios el estigma social en Salamanca. “Tienen muy difícil que les alquilen una vivienda, existe mucha reticencia. Al final hemos logrado que 12 personas con enfermedad mental convivan en tres pisos de manera independiente”, dice José Manuel.

Nos preguntamos cómo pagan el alquiler. “La mayoría de ellos lo pagan con las pensiones que reciben por discapacidad porque otro de los grandes problemas a los que se enfrentan estas personas es que no encuentran trabajo”, explica.

¿Sabrías identificar una depresión?

José Manuel está orgulloso por este reto conseguido. Añade que personal del Centro Ranquines se encarga de la supervisión de los pisos, de velar por el correcto ejercicio de las tareas asignadas a cada uno y a cambio los usuarios reciben un aire fresco de autoestima y de integración social. “Consiguen vivir una vida plena y además ser aceptados en los barrios en los que residen, eso es mucho para ellos. Además siguen acudiendo al centro para recibir sus terapias y tienen muy normalizado el tomar la medicación. Desde que viven de manera independiente, en algunos casos, se han eliminado los ingresos hospitalarios en la sección de pquiatría"

Estas 12 personas “independizadas” son 8 hombres y 4 mujeres que tienen edades comprendidas entre los 45 y 60 años. Algunos han tenido experiencias en la cárcel, otras son mujeres inmigrantes y otras son mujeres que llevan sufrido en sus carnes episodios de violencia de género.

 El Día del Orgullo Loco  

El Día del Orgullo Loco es una reivindicación de las personas con problemas de salud mental y surge, a nivel internacional, en 1993 en Toronto, Canadá. En España se celebra por primera vez en 2018, especialmente en ciudades como Madrid. Ahora mismo esta celebración está muy extendida en muchas otras ciudades que lo celebrarán el día 3 de junio. Aquí en Salamanca se realiza este fin de semana.

El objetivo que persigue es desestigmatizar la locura y fomentar la autoafirmación de las personas que han experimentado o experimentan dificultades con su salud mental.

En Salamanca, esta fiesta la organiza el Grupo de Ayuda Mutua del Centro Ranquines. Personas que han pasado por situaciones complicadas de salud mental y que las han superado o las mantienen a raya. Son ellas las que, mediante una serie de actividades, cuentan sus testimonios en primera persona para sensibilizar a la sociedad de que, a pesar de tener una fragilidad mental, son personas de pleno derecho y con derecho a disfrutar de la vida en todos sus órdenes: tener un trabajo, conseguir una vivienda pero sobre todo son personas que exigen a la sociedad que les mire, que no les de la espada, y les respeten.