La justicia paraliza un proyecto de modernización clave para el campo de Palencia y desata la indignación de los regantes

La Comunidad de Regantes de Saldaña, Carrión y Villamoronta, en Palencia, ha expresado su “profunda inquietud y malestar” después de que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) haya suspendido de forma cautelar la contratación para la modernización de 3.500 hectáreas de regadío. Esta decisión paraliza una obra considerada vital para el futuro agrícola de la comarca.

El organismo, dependiente del Ministerio de Hacienda, ha detectado “irregularidades graves” en la convocatoria de la junta de gobierno de los propios regantes, que no habría cumplido la Ley de Contratos del Sector Público. La resolución advierte que continuar con el proceso “podría causar perjuicios de difícil o imposible reparación”.

Los agricultores han denunciado que, pese a la suspensión automática, la junta de gobierno “continuó avanzando y llegó incluso a celebrar mesa de contratación”. Este hecho, aseguran, “agravia aún más la situación”, y advierten de que no asumirán las consecuencias económicas: “Los responsables de estas decisiones deberán asumirlas con su dinero, no con el de la comunidad, que somos todos”.

Una inversión histórica en jaque

El proyecto de modernización, dividido en dos fases, representa “una oportunidad histórica” para la zona, con una inversión global superior a los 64 millones de euros. De esta cifra, 47,57 millones provienen de una aportación estatal y otros 16,71 millones de la Junta de Castilla y León.

El campo de Palencia no debe pagar las consecuencias de una mala gestión que amenaza un proyecto clave para nuestro futuro"

Comunidad de regantes de Saldaña

Afectados por la medida

Los afectados han subrayado que no pueden permitir que la modernización “se retrase o se ponga en riesgo por errores administrativos”. Por ello, han exigido a sus dirigentes “responsabilidad, transparencia y rigor” para que el procedimiento se ajuste a la legalidad. Los agricultores han sido tajantes: “El campo de Palencia no debe pagar las consecuencias de una mala gestión que amenaza un proyecto clave para nuestro futuro” e insisten en que “cada euro invertido debe aplicarse correctamente y sin más obstáculos”.