Pastores de emergencia, una cuadrilla al rescate de los ganaderos sin reemplazo

La falta de mano de obra, las dificultades para el relevo, lastra algunas profesiones. La construcción, la hostelería y también el sector primario. Faltan alrededor de 5.000 agricultores jóvenes para cubrir las necesidades del sector. La mayoría de los agricultores en la región son mayores de 55 años, que no hay relevo generacional. Si nos fijamos en la ganadería, la situación es similar. Pero junto a la falta de relevo, una labor que no tiene horario ni días de descanso en el calendario. Los ganaderos que no tienen relevo o en quién confiar el cuidado de su cabaña durante un periodo de ausencia, por baja o por descanso, tienen ahora una cuadrilla itinerante.

Son los Pastores de emergencia, un equipo formado por ocho pastores profesionales, capitaneado por Zacarías Fievet. Acompañados por sus perros, la cuadrilla despliega sus servicios allá donde se les solicite. “Son rebaños de 1.000, 600 y en verano hacemos servicios de alta montaña”.

Son pastores con diez años de experiencia. Es un servicio para todo ganadero, con independencia del número de cabezas. “Si podemos hacer el servicio, en menos de 48 horas puedes tener un profesional con más de diez años de experiencia en tu explotación”. La tarifa, 90 euros más IVA por día prestado, “estamos hablando de un servicio de emergencia. No puede ser barato. Para los ganaderos pequeños, claro, se les hace caro”, aclara Fievet.

Un servicio en aumento

La experiencia ha llegado hasta Soria, pero la cuadrilla de emergencia prevé ampliar la plantilla hasta los diez pastores para seguir prestando el servicio que se demande en Castilla y León. “Es un servicio que comienza a demandarse”. “Tenemos dificultades porque no llegamos a todo”, comenta.

“Si podemos hacer el servicio, en menos de 48 horas puedes tener un profesional con más de diez años"

Zacarías Fievet

Pastores de emergencia

“Cuando ven lo profesionales que somos, lo serios y que nos encantan los animales... Todos trabajamos por dinero, pero para hacer el trabajo bien, te tiene que gustar. Hay que mirar a las ovejas”, reflexiona.