La Diócesis de Ciudad Real ha dado este sábado el último adiós al obispo emérito Don Antonio Algora Hernando, durante la celebración de la misa exequial que ha tenido lugar en la Basílica Catedral de Ciudad Real, donde han sido enterrados sus restos mortales.

La misa exequial ha sido presidida por el actual Obispo de Ciudad Real, Monseñor Gerardo Melgar, quien ha recibido el féretro a las puertas de la Catedral, acompañado por los familiares de Don Antonio.

Tras la entrada del ataúd a la Iglesia, el cadáver del obispo emérito ha quedado de espaldas al altar y de cara al pueblo, y sobre él se ha colocado la casulla, la mitra, el báculo pastoral y el evangeliario que utilizó durante su etapa pastoral.

"ESTOY EN MANOS DE DIOS"

Al comenzar su homilía, Monseñor Gerardo Melgar ha hecho público el mensaje de condolencia que ha enviado el Papa Francisco al conocer la muerte del obispo Algora, a través del Secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin. También ha recordado que han sido numerosos los obispos y personas que le han trasmitido personalmente su pesar por la muerte de Algora, entre ellos, el presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Barcelona, Juan José Omella.

El Obispo ha recordado que el pasado 20 de septiembre recibió la llamada del propio Don Antonio, comunicándole su ingreso en el Hospital La Paz de Madrid "con neumonía bilateral por coronavirus".

"Estoy en las manos de Dios" fueron las palabras de Algora, ha asegurado el Obispo, "estoy sereno y dispuesto a aceptar lo que el Señor quiera de mí".

"CERCANO, ALEGRE, COHERENTE Y CON LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA SIEMPRE PRESENTE"

Monseñor Melgar ha recordado a Don Antonio como "un obispo cercano, afable y sencillo en el trato y las formas", al que le preocupó siempre "la coherencia de vida tanto para sí, como para los que formamos la Iglesia".

"Una persona integra y con una personalidad bien definida, sin zonas oscuras, expresando su prioridades humanas y pastorales" señalaba el Obispo, que también destacaba sobre Don Antonio que "en su vida y sus escritos tuvo siempre muy presente la doctrina social de la iglesia: su lucha por la dignificación del trabajo y la lucha por justicia social, que fueron las constantes más significativas de su doctrina pastoral".

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"La muerte de Don Antonio queda en nuestro corazón roto" señalaba Melgar "a las vez que nos interpela aquellas palabras de Cristo en el Evangelio de San Mateo, que resuenan de forma especial y especialmente actual hoy: velad, porque no sabéis ni el día ni la hora".

AUTORIDADES PRESENTES EN UNA CATEDRAL CON AFORO REDUCIDO

Dando su último adios a Don Antonio Algora, además de religiosos y sacerdotes de la Diócesis, y del Decano - Presidente del Real Consejo de las Órdenes Militares, SAR el príncipe Pedro de Borbón-Dos Sicilias, han estado el arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, Carlos Osoro; el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, y los obispos de Albacete, Ángel Fernández Collado; de Sigüenza-Guadalajara, Atiliano Rodríguez Martínez; de Teruel y Albarracín, Antonio Gómez Cantero; el de Córdoba, Demetrio Fernández y el emérito de Segovia, Ángel Rubio.

Entre las autoridades civiles presentes, estaban la delegada de la Junta en Ciudad Real, Carmen Olmedo; el presidente de la Diputación, José Manuel Caballero y la alcaldesa de la capital, Pilar Zamora, además de los representantes de la Corporación municipal, Eva Masías, Ana Muñoz (PP) y Luis Blázquez (VOX); el presidente regional del PP, Paco Núñez, y los diputados populares nacional y regional, Rosa Romero y Miguel Ángel Rodríguez, respectivamente, y el senador, Francisco Cañizares.

Como autoridades militares, además del subdelegado de defensa, el Coronel Juan del Hierro, han asistido el Inspector Jefe del Cuerpo Nacional de Policía, Tomás Astilleros; el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Ciudad Real, Teniente Coronel Juan Antonio Valle; el jefe de la Base de Almagro, capitán Ignacio Esteban; y el jefe de la Policía Local, Fernando Díaz Rolando.

De los seglares representantes de distintias instituciones destacaba la presencia del presidente del Grupo COPE y TRECE, Fernando Giménez Barriocanal y el consejero delegado de COPE, Julián Velasco; además del presidente nacional de la Hermandad Obrera de Acción Católica, Gonzalo Ruiz, y de los directores, presidentes y delegados de las diferentes áreas de la Diócesis, como Cáritas, Manos Unidas, etc.

SOBRE DON ANTONO

Antonio Ángel Algora Hernando nació en La Vilueña (Zaragoza), el 2 de octubre de 1940.

Cursó los estudios eclesiásticos en el Seminario Diocesano de Madrid y el 23 de diciembre de 1967, fue ordenado sacerdote y quedó incardinado en la que entonces era la Archidiócesis de Madrid-Alcalá.

Desde 1968 a 1973, desempeñó el cargo de consiliario de las 'Hermandades del Trabajo', en Alcalá de Henares y trasladado a Madrid como consiliario de los jóvenes de las Hermandades del Trabajo, sustituyó al fundador, Abundio García Román, en 1978, como consiliario del Centro de Madrid.

El 9 de octubre de 1984, fue nombrado vicario episcopal de la Vicaría VIII de la Archidiócesis de Madrid y el 20 de julio de 1985, fue nombrado obispo de Teruel y Albarracín.

El día 20 de marzo de 2003 fue nombrado obispo de Ciudad Real, con el título honorífico de Prior de las Órdenes Militares y el 2 de octubre de 2015, después de doce años como obispo prior de la Diócesis de Ciudad Real, presentó su renuncia por razones de edad, convirtiéndose en obispo emérito.

Don Antonio Algora falleció el pasado jueves a los 80 años de edad en el Hospital La Paz de Madrid como consecuencia de un fallo multiorgánico tras permanecer ingresado en el Hospital de La Paz después de haberse contagiado de COVID-19.

Algora ha recibido sepultura a continuación del que fuera primer obispo de esta diócesis, Rafael Torija de la Fuente, fallecido el 2 de marzo de 2019.