Marta Alonso, voluntaria (59 años): "Sientes esa satisfacción de hacer cosas por los demás"
Este viernes 7 y sábado 8 es la "Gran Recogida" para el Banco de Alimentos. En Cantabria participan 215 supermercados, con unos 1.000 voluntarios ayudando en 35 establecimientos

Marta Alonso (en la foto junto a su sobrina) explica en qué consiste la labor de un voluntario en La Gran Recogida
Santander - Publicado el
3 min lectura6:35 min escucha
Cantabria se prepara para un fin de semana de gran solidaridad con la llegada de La Gran Recogida, la campaña nacional más importante del año para el Banco de Alimentos. Durante este viernes 7 y sábado 8 de noviembre, el objetivo es movilizar a cientos de personas con un propósito común: ayudar a quienes más lo necesitan a llenar su despensa.
El corazón de esta iniciativa son sus voluntarios. Una de ellas es Marta Alonso, de 59 años, quien ha contado su experiencia en los micrófonos de “Mediodía Cope en Cantabria”. Su testimonio refleja el lado más humano de una labor que, para muchos, se convierte en una cita ineludible para aportar su granito de arena.

Marta Alonso, participando en La Gran Recogida del año pasado
una labor que engancha
Para Marta, esta será su tercera participación consecutiva. Se hizo voluntaria tras prejubilarse, buscando una forma de aprovechar su tiempo libre. Lo que encontró fue una experiencia muy gratificante.
Según explica, las jornadas de tres horas como voluntaria “se pasan muy rápido” y “no es para nada cansado”, ya que se interactúa mucho con la gente.
El que te esquiva, no lo hace maleducadamente. Te dice que no está interesado y no hay más..."
Voluntaria de La Gran Recogida del Banco de Alimentos de Cantabria
La acogida en los supermercados suele ser “muy buena”, cuenta Marta. Incluso se encuentran con personas que, siendo beneficiarias del banco, les dan las gracias.
Aunque algunos compradores evitan a los voluntarios, la respuesta general es positiva: “El que te esquiva, tampoco lo hace maleducadamente; simplemente te dice que no está interesado y no hay más... Mucha gente que sí lo está nos pregunta realmente a dónde va esa comida o qué es lo que necesitamos”, afirma.
Para Marta, es una forma de sentirse bien: “es una manera de ocupar tu tiempo libre en algo que es productivo”.

Caja llena de donaciones para el Banco de Alimentos
GUÍA PARA EL VOLUNTARIO
La organización es sencilla. Los interesados pueden apuntarse a través de la página web del Banco de Alimentos, eligiendo el supermercado y el turno de tres horas que prefieran. Se puede acudir solo y unirse a un grupo, o ir acompañado, como hará Marta, que este año va con su hijo de 18 años y un amigo. El perfil del voluntario es variado: “Hay gente mayor, hay gente joven, hay jubilados… hay un poco de todo...”, describe.
Una vez en el supermercado, el responsable de la campaña les entrega los petos azules y les indica dónde colocarse. La tarea consiste en ofrecer bolsas a los clientes a la entrada para que depositen los productos que deseen donar. A la salida, los voluntarios recogen los alimentos y los organizan en grandes cajas, que posteriormente serán gestionadas por el propio establecimiento para su traslado al almacén del Banco de Alimentos.

Puedes ayudar siendo voluntario o realizando un donativo
un llamamiento a la solidaridad
Se puede donar cualquier producto no perecedero. Si los clientes preguntan, los voluntarios suelen recomendar aceite, leche o comida para bebés, que son algunos de los más necesarios.
La campaña se desarrollará en 215 supermercados de Cantabria y el objetivo es alcanzar los 1.000 voluntarios. De momento hay registrados para la campaña unos 750, por lo que hace falta el último empujón para cubrir esas 250 plazas restantes.
Marta anima a quienes dudan a participar: “Les invito a que vayan, que es una experiencia positiva y que al salir van a sentir esa satisfacción de hacer cosas por los demás”.



