Fin a la okupación del Hotel Callao Sport en Tenerife: estas son las claves de lo ocurrido y los planes de futuro de los propietarios

Por fin. Este miércoles, 10 de diciembre, ha llegado a su fin la okupación del Hotel Callao Sport en Adeje (Tenerife)  296 días después. La fecha, establecida por la Audiencia Provincial para el desalojo definitivo, ha estado marcada por un amplio despliegue de la Guardia Civil y la Policía Canaria desde primera hora de la mañana. Sin embargo, la intervención se ha desarrollado sin incidentes notables, ya que la mayoría de los okupas habían abandonado el complejo de 92 habitaciones durante los días previos, anticipándose a la acción judicial. El proceso pone fin a una larga pesadilla para los propietarios y vecinos de la zona, que desde el mes de febrero, venían sufriendo inseguridad, molestias y ruidos.

Un desalojo anunciado

La última noche de la okupación ha estado marcada por la tensión. Un vecino de la zona, testigo directo de todo el proceso, ha relatado en Herrera en COPE Tenerife la existencia de "una serie de ruidos a altas horas en la madrugada" y un intenso "olor a quemado". Este incidente se suma a los tres incendios declarados en las últimas semanas, que han agravado la situación de insalubridad y peligro en el inmueble. Según los testimonios, la falta de luz y agua, cortadas tras los fuegos, había convertido el hotel en un lugar inhabitable. "Desde que no hay luz, yo creo que se han dedicado un poco a quemar, a hacer fogatas", explicaba un residente, apuntando a que los okupas utilizaban el fuego para cocinar o calentarse.

La administradora única de la empresa propietaria, Domasa S.A., Margarita Domínguez, ha sido una de las primeras personas en acceder al interior del hotel junto a las autoridades y ha relatado en directo en Herrera en COPE Tenerife el desolador panorama que ha encontrado. "Tenía que haberme traído una mascarilla, Guillermo, porque de verdad que esto es, es dantesco", han sido sus primeras palabras. Visiblemente afectada, Domínguez ha expresado su indignación y ha recorrido las instalaciones describiendo una escena de caos y destrucción. "No sé cómo puede vivir la gente así, me encantaría que los medios entren para que vean lo que dicen que son personas vulnerables, es que esto es indignante, yo estoy más que cabreada", ha sentenciado.

“Esto está lleno de basura, de moscas, es un auténtico destrozo”

Margarita Domínguez 

Administradora Única de la empresa Domasa S.A propietaria del hotel

“Es dantesco”: el horror tras la okupación

El testimonio de la propietaria dibuja un escenario desolador. "Me he tropezado con marcos de puertas quitados, con montajes en las terrazas de aluminio", ha detallado, mostrando su sorpresa por el hecho de que los okupas tuvieran "dinero hasta para eso". El relato continúa con una descripción explícita de la suciedad: "Basura hay por todos lados, dentro y fuera de las habitaciones, en los jardines". La situación era tan crítica que ha llegado a calificarla con crudeza: "De verdad que es basura, es moscas, es destrozo". Según Domínguez, la devastación era generalizada, con baños desmontados y puertas rotas en la mayoría de las estancias.

La propietaria también se ha mostrado convencida de que muchos de los actos vandálicos, incluidos los incendios recientes, han sido intencionados y formaban parte de una estrategia de hostigamiento. En contra de la hipótesis de los vecinos, Margarita Domínguez ha asegurado que las hogueras no tenían como fin calentarse o cocinar. "Las fogatas no son para alimentarse ni para calentarse, solo las fogatas son para tocar las narices y para fastidiar un poco más, simplemente", ha afirmado con rotundidad, calificando los actos como una "venganza". Su frustración era palpable: "Me parece tan indignante que no haya justicia para esto y que hayan permitido que esto ocurriera, de verdad, o sea, no sé qué más decir, porque me parece increíble que vivamos en un país democrático, esto no es democracia".

El futuro incierto del Callao Sport

Con el hotel finalmente recuperado, la pregunta ahora es qué pasará con el complejo. Margarita Domínguez ha sido clara sobre sus intenciones, que no han cambiado a pesar del desalojo. "La idea sigue siendo vender. Nosotros no tenemos otra opción", ha confesado. La propiedad se ha visto ahogada económicamente por los costes del proceso judicial y por haber tenido que asumir facturas de los suministros de los okupas. "Hemos gastado tanto dinero en abogados, en pagarle la basura y la luz a esta gente, que no nos queda más remedio que seguir con la venta", ha explicado. Además, ha añadido que la venta se realizará probablemente sin acometer ninguna reforma: "Haremos la venta probablemente sin arreglar nada, Guillermo, porque no tenemos dinero ahora para eso".

Me parece indignante que no haya justicia, esto no es democracia ni es nada"

Margarita Domínguez

Administradora Única de la empresa Domasa S.A propietaria del hotel

El final de este capítulo, no obstante, deja una profunda preocupación en el vecindario. Un  residente, que fue quien alertó a COPE Tenerife sobre el inicio de la okupación hace casi diez meses, ha manifestado su temor a que la situación pueda repetirse. "Este es un complejo bastante complicado de vigilar por el hecho de que está muy expuesto, tiene muchísimas zonas de entrada", ha advertido. Las vallas que perimetraban el hotel están "completamente rotas", lo que facilita el acceso desde múltiples puntos. La comunidad espera que se tomen medidas para asegurar el recinto y que este punto final no se convierta en un punto y seguido en la historia del Hotel Callao Sport.