sociedad
Alarma en los trabajadores de Titsa por el incremento de agresiones: “Antes había una al mes, ahora podemos llegar a 10 o 12”
Los sindicatos denuncian la falta de medidas concretas ante el enorme incremento de pasajeros por la bonificación del transporte

Tenerife - Publicado el
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Preocupación entre los trabajadores de Titsa por los continuos incidentes que se vienen repitiendo en el tiempo, que incluyen agresiones de tipo verbal o físico a los conductores de las guaguas. Estos altercados han ido en aumento en el último año, en primer término, por una cuestión que meramente estadística, que tiene que ver con el enorme aumento de pasajeros como consecuencia de la gratuidad del transporte público para pasajeros frecuentes. Las cifras hablan bien a las claras: solo en 2024 Titsa registró un total de 82,2 millones de pasajeros, lo que supone un incremento de más de 12 millones de viajeros respecto al año anterior. Esto ha significado 33.000 viajes adicionales realizados en guagua en lugar de en coche. Un crecimiento que continuó en el primer trimestre de 2025, periodo en el que la compañía de transportes registró un aumento del 7,97% en el número de pasajeros, con 21,56 millones de viajeros, siendo el sur de la isla la zona que experimentó un mayor crecimiento interanual. En definitiva, el crecimiento del tráfico de pasajeros, es directamente proporcional al incremento de los incidentes y agresiones.
"se ha pasado de un incidente al mes, a 10 o 12"
Y en este contexto, la última de estas agresiones tenía lugar hace unos días en el municipio de Candelaria, con un vídeo que filmaba un testigo, y que se ha convertido en viral en las redes sociales. Al parecer, según relatan testigos presenciales, una persona en evidente estado de embriaguez agredió, insultó y empujó a varios pasajeros, entre los que se encontraban algunos menores, para posteriormente golpear al conductor y arrebatarle su chapa de identificación. Una conducta inadmisible, que ha provocado que los sindicatos denuncien esta situación y exijan soluciones. Precisamente, desde Intersindical Canaria, su delegado en Titsa Víctor Manuel González ha denunciado “que es imprescindible buscar soluciones, porque la compañía ha pasado de trasladar 60 millones de pasajeros a casi 100 millones”, lo que implica que “aunque es un dato positivo porque hay mucha gente que deja el coche en casa, la realidad es que hay muchas más gente que no sabe comportarse dentro de una guagua”. Lo cierto es que en las guaguas de Titsa, “se ha pasado de tener un altercado al mes, a tener 10 o 12”, con lo que utilizando un símil, “hasta ahora había que ponerse una tirita, pero ahora, hacen faltas puntos de sutura y medicación”.
posibles soluciones
Pero la cuestión es fundamental, es ver qué medidas se pueden tomar para acabar con este problema. El representante sindical tiene claro que las soluciones, “pasan por hacer campañas de concienciación por parte de las instituciones implicadas, en las que se inste a respetar y proteger los servicios públicos”.Y precisamente, habla de 'servicios públicos' en general, “porque esto no es solo va de respetar al conductor de una guagua, sino a los médicos y enfermeras que también sufren agresiones, o los profesores que padecen el mismo problema con sus alumnos”. Y al respecto, matiza igualmente la negativa influencia de las redes sociales, “donde todo se viraliza, y donde por unos cuantos 'likes' se hace lo que sea”.
La solución pasaría por una medida directa del poder legislativo, para que la gente sepa que una acción de este tipo no va a salir gratis"
Delegado de Intersindical Canaria
La segunda solución pasaría por una acción directa “del poder legislativo, para que la gente sepa que una acción de este tipo no va a salir gratis, y que el agresor no quede impune, o solo con una multa de pocos euros, tras montar un pollo de este tipo”. En definitiva, “las sanciones por agredir a un empleado público deben ser mayores”.

Guagua de Titsa
En cuanto a las líneas y horarios más conflictivos, Víctor Manuel González, lo tiene muy claro, “todas las que tienen que ver con la entrada y salida de los trabajos y de los colegios, porque las guaguas van llenas, y la gente se enfada más”. Y con una casuística que se repite, y es que “a veces la guagua está en la cola, llega tarde, y el usuario no te va a recibir con una sonrisa”, ya que “hay prisas por llegar al trabajo, al médico o a coger un vuelo, pero la gente no entiende la postura del conductor”.



