Juanjo Ramos: “La calculadora del playoff se nos ha averiado”

El Tenerife empató el pasado sábado a uno en el campo del principal favorito al ascenso, el RCD Espanyol. El resultado es meritorio. Por el potencial del rival y por el escenario, donde nunca han ganado los blanquiazules. Pero a estas alturas, con solo diez jornadas por delante y el objetivo del playoff tan lejos, parece poco recomendable destacarlo como una gran noticia.

No nos saca de pobres porque los de Asier Garitano necesitan una gran remontada, una racha de victorias que no llega. En la redacción de Deportes Cope Tenerife hemos hecho cuentas. La proyección actual de puntos exige alrededor de 65-66 para optar al sexto puesto. Esto significa que el Tenerife necesitaría sumar 23-24 puntos de los 30 que quedan en liza. El margen de error es exiguo.

Pongamos la exigencia en contexto. El equipo insular ha ganado dos de los trece últimos partidos. Un drama. Pero centrémonos en 2024: justo lleva diez partidos disputados, los mismos que quedan, y ha logrado dos victorias, cuatro empates y cuatro derrotas. Esos registros le darían para la permanencia y le dejarían a más de diez puntos del playoff. El mejor Tenerife de la temporada, el de las famosas diez primeras jornadas, sumó 21 puntos. Con esa cifra no daría para jugar las eliminatorias de ascenso, salvo que la actual proyección se abarate. Algo improbable.

Con la temporada tirada a la basura, uno no puede más que lamentar que el Tenerife se haya reducido a esto. A valorar un empate que no sirve para nada, más que para acercarse a la permanencia, en el campo del Espanyol. A escuchar lo contento que está el entrenador con el rendimiento de los suyos. A seguir observando cambios grotescos como el Aitor Buñuel por Enric Gallego o el Sipcic por Corredera. A aceptar, como parte del paisaje, las declaraciones postpartido de los jugadores hablándote de mejorar. En la jornada 32, sí. Como si la Liga fuera eterna.

Reconozco, eso sí, cierta capacidad de asombro todavía. Ver que Mauro Pérez sigue defendiendo las opciones remotas de playoff y confirma la reunión con Garitano para analizar su futuro en la próxima semana. Que el entrenador hable de guerras e intereses para defenderse de las críticas, prácticamente unánimes del entorno, o que se refiera a la escolarización de su hijo para el próximo curso... ¿Qué quieren que les diga? O se ríen de nosotros o, como le dije ayer a una persona importante en la estructura del Tenerife, el desenfoque de realidad que hay en el club es considerable. Algo que me preocupa aún más.