El maltrato a las personas mayores, una realidad invisible: "La mayoría de casos se dan en el ámbito familiar"

La violencia de género, el bullying o el daño a menores son difíciles, por supuesto, pero también recurrentes. La sociedad cada vez está tomando más conciencia sobre estas realidades que sufren tantas personas en España y en todo el mundo. Sin embargo, hay otras algo más invisibles. El próximo domingo 15 de junio se celebra el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato a la Vejez. Hoy en Herrera en COPE Tenerife queremos conocer en profundidad la gravedad de este problema y sobre todo, cómo podemos identificarlo y prevenirlo. 

La Confederación Estatal de Mayores Activos (CONFEMAC) quiere conmemorar este día con un eslogan que es clave para entender qué es lo que sucede con este tipo de violencia: Si no lo ves... ¿Cómo lo frenas? La invisibilidad de los casos hace que poca gente tome conciencia y que no se prioricen recursos para las víctimas. María José Sánchez, directora de la Confederación, habla de una realidad silenciada: "Sabemos que existe, pero no tenemos información. Ni siquiera para los profesionales. Tampoco tienen protocolos de protección que guíen sus intervenciones". 

el maltrato a personas mayores, en datos

El teléfono contra el abuso (900656566) del que dispone la Confederación ha atendido en España, desde 2019, unos 3.328 casos. De esos, 153 ocurrieron en Canarias. Sánchez lamenta que detrás de estas cifras se esconden todavía más víctimas, pues probablemente la normalización de ciertas conductas hace que no se reconozca el maltrato: "No solamente nos estamos refiriendo al maltrato físico, al golpe, a la quemadura. Nos estamos refiriendo a otras cuestiones". 

El maltrato psicológico, el económico, la negligencia y el abandono entran en rutina y se acepta sin más. "La persona mayor ve normal que su hijo le diga, oye papá, mamá, no me llames tanto que estoy trabajando y no te puedo atender. Ponte la tele. Y lo ven absolutamente normal, lo justifican", explica. Sánchez se refiere a los casos en los que los hijos dejan de visitar a sus padres y pasan días, meses, incluso años, sin hablar con el familiar. Los dejan solos. También en cuestiones de dinero, que en ciertos casos se ven presionados a dar una herencia a un hijo en vida, aprovechándose de su vulnerabilidad. 

Se han dado 129 casos en el ámbito familiar de la persona mayor. Solo 12 en residencias de mayores"

María José Sánchez

Directora CONFEMAC

En cuanto al lugar en el que se producen los maltratos, María José confirma un dato que quizás a muchos sorprende: "En Canarias de esos 153 casos atendidos, desde 2019, 129 se han dado en el ámbito familiar de la persona mayor. Solo 12 en residencias de mayores, para que veáis la diferencia". En el Archipiélago el más frecuente suele ser el maltrato psicológico, seguido del económico. Luego sería turno de la negligencia y el abandono, que hacen empate, para terminar con el institucional. 

una intervención delicada

La línea telefónica que ofrece la Confederación (900656566) es completamente gratuito, anónimo y confidencial. "Es verdad que preguntamos nombres para dirigirnos los unos a los otros, pero si respetamos la confidencialidad de esa llamada", explica la directora. Para atenderla, ellos reconocen tener siempre en cuenta la voluntad de la persona mayor, pues es frecuente encontrar casos en los que sus propios hijos son los agresores y no es tan sencillo atreverse a denunciarlos. "Estás pidiendo que vaya a una comisaría a denunciar y se vuelva a su casa. Probablemente con la persona maltratadora, porque probablemente conviva con ella". 

Lo ideal es dar el tiempo necesario a la víctima para que se pueda trazar un plan de recuperación de la persona. "Una vez que estamos ahí, consultamos las posibles soluciones que podamos tener ante esta situación: una derivación a servicios sociales, una denuncia a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, una derivación a Fiscalía o al Defensor del Pueblo". Sánchez insiste en que ninguna situación es igual a la otra, pero que debe estar claro que es necesario un protocolo de actuación, escuchar a la persona, y por supuesto, tener en cuenta que el miedo y el vínculo familiar deriva en situaciones muy difíciles.