LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
Amenazas a los vecinos de Miguel Rosas: “Me he quedado con tu cara, calladito, no seas chivato...”
No pueden dormir porque las peleas son constantes, aseguran que es una situación insostenible y piden una solución inmediata

Antonio García, vecino de la calle Miguel Rosas
Gran Canaria - Publicado el - Actualizado
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Este fin de semana se hizo viral un vídeo en la que unos okupas se peleaban a pedradas en la antigua comisaría de policía de Las Palmas de Gran Canaria. Una situación que no es una novedad para los vecinos, que lo llevan sufriendo desde hace 5 años.
Antonio García (nombre ficticio por represalias), relataba en los micrófonos de COPE Canarias que llevan 5 años, sin descanso, sufriendo las constantes peleas, el menudeo de droga y hasta prostitución en ese edificio. Asegura que han recibido amenazas por parte de los okupas y que la situación es insostenible.
En COPE Canariasa nos cuenta que el consistorio capitalino ya tiene conocimiento de lo que está pasando en ese lugar y por ello han pedido una orden de desahucio. El problema es que “el juez ha parado dicha orden porque ha solicitado al ayuntamiento un informe social de la situación de los okupas”.
“Esto es un tema que lleva 5 años ocurriendo. Además, esto es un foco de peleas, tráfico constante de drogas, violencia y prostitución. Esto está ocurriendo en el corazón turístico de la ciudad y no puede ser. Es increíble que se nos haya dejado completamente desatendidos así tanto tiempo”, aseveró.
Antonio García: “Esto es insoportable. Soportamos a diario, peleas, ruidos, gritos, suciedad, olores…”.
El afectado además apunta a que el edificio lo ocupan jóvenes magrebíes, pero destaca que no son menores. Asegura que no es una cuestión de raza, ya que “hemos tenido problemas desde el primer momento de la ocupación, con canarios, después fueron holandeses... Ahora hay una mezcla de canarios y magrebíes, nosotros no queremos enfocarlo como una cuestión de raza. Lo que queremos es vivir en paz, porque esto es insostenible”.
Antonio García insiste en que las amenazas son constantes y que lo han sufrido todos los vecinos que han grabado o han intervenido en los medios. “cualquier vecino que haya grabado alguna de estas peleas, que son constantes y los alborotos que hay, los ocupantes claro que nos han amenazado, porque intuyen que el Ayuntamiento y la Policía están próximas a hacer algo. Por favor, esto tiene que terminar”
“Nos dicen: no me grabes, me he quedado con tu cara, calladitos, no sean chivatos... Además, en el momento en el que algún vecino ha intentado decirles que no pueden más, que necesitan dormir y estar en paz, se han encarados con ellos. Es gente que lleva años medicada para intentar conciliar el sueño porque3 es insoportable por las noches, de lunes a domingo con problemas a diario. Llevamos 5 años esperando y es una barbaridad”, añade.
Antonio García: “Permítame que insista, yo no creo que sean menores, son personas jóvenes pero mayores de 18 años. Los problemas comienzan por la noche y también por el día. Viene gente que vienen a reclamar que no les han pagado, hay peleas de trapicheos de droga. Incluso, para que te hagas una idea que hay vecinos que saben el precio de lo que vendían los unos u otros. Es tan evidente el menudeo y el tráfico constante que no sé porqué se tarda tanto en poner una solución.
PROBLEMAS EN LA CALLE DESDE HACE 20 AÑOS
El afectado asegura que no solo se trata de esa comisaría ocupada, sino de que es una calle que lleva sufriendo un deterioro muy importante por parte del ayuntamiento. Insiste en que llevan 20 años pidiendo que sean escuchados y que les busquen soluciones.
“Hace 5 meses no podíamos más. Años atrás habíamos hecho movilizaciones, pero nos acabamos desanimando. La situación hace meses fue insostenible y solicitamos una reunión con Ayuntamiento. El concejal de seguridad nos aseguró que están en ese proceso para el desahucio, pero que hay que esperar”, aseguró.
Antonio señala que “llevo 20 años en esta calle y lleva 20 años con problemas, porque también tienen el centro de asistencia social Gánico. Ahora mismo el centro Gánigo es el menor de nuestros problemas, pero no puede ser que la calle sea la sala de espera de un centro de estas características”.
Concluye destacando, que “durante toda la vida, la gente que vive aquí se siente olvidada, ya que esto es una especie de agujero negro, ya que es un barrio que se cuida y se mima por ser turística. Peor nadie nos hace caso”.