Casi nadie escapa a la crisis del coronavirus, pero hay personas que lo están acusando más. Lo notan en el Albergue Covadonga de Gijón, que atiende a personas sin hogar. En los últimos meses, han notado un aumento de personas que acuden por primera vez: "Gente que ha perdido su trabajo y su hogar por la pandemia, que no son usuarios de Servicios Sociales, y que tienen que acudir a nosotros, explica Cristina Avello, la directora de la Fundación Albergue Covadonga. Además, el perfil del usuario se ha ido rejuveneciendo, porque "antes recibíamos, sobre todo, a personas mayores de 40 años; y ahora ya tenemos a chavales de 18 ó 20 años".

El COVID sube la demanda del servicio y baja la oferta. El cumplimiento de la distancia para evitar contagios ha obligado al Albergue Covadonga a reducir sus plazas: de 78 a 55. Avello está preocupada porque "ahora llega el frío y son más personas las que solicitan alojamiento, estamos a la expectativa de las decisiones que tomen las administraciones porque son conocedoras de la situación".

Donación de la Fundación Alimerka

En Gijón, hay medio millar de 'sintecho', según el último Recuento de Personas sin Hogar de Gijón, realizado por el Ayuntamiento y diferentes entidades del tercer sector; entre ellas, precisamente, el Albergue Covadonga. Esta semana están de celebración. El día 25 de noviembre es el Día Mundial de Personas sin Hogar y como regalo, la Fundación Alimerka le ha donado una furgoneta con sistema de refrigeración para facilitar el transporte de los alimentos que la entidad recoge a diario en los supermercados Alimerka de la ciudad asturiana.

Esta acción forma parte del programa "Alimentos sin Desperdicio" de la Fundación, mediante el cual gestiona la donación de los excedentes de la empresa, tanto en los supermercados como directamente desde sus almacenes centrales en Lugo de Llanera.