Asturias es una de las comunidades más afectadas por el reto demográfico y, también, una de las que acumula mayores retrasos en la tramitación de las ayudas que la Unión Europea destina a intentar remediarlo.

En 15 meses sólo ha concedido una subvención con cargo al programa PREE 5000, destinado a impulsar la rehabilitación energética de viviendas en los municipios de menos de 5.000 habitantes y los concejos no urbanos de hasta 20.000 habitantes en los que todas sus entidades singulares de población sean de hasta 5.000 habitantes. Unas condiciones que cumplen 61 de los 78 concejos asturianos.

El objetivo del PREE 5.000 es reducir el consumo de energía, y por tanto las emisiones de CO2, junto con la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos de esos concejos, en su mayoría personas de edad avanzada. Además, se pretende revitalizar los pueblos, atraer población y actividad empresarial.

Las actuaciones que pueden conseguir una de estas subvenciones van de la mejora del aislamiento o el cambio de ventanas a la sustitución de las calefacciones tradicionales por otras más eficientes, como la geotérmica o solar.

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El programa, que a nivel nacional coordina el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía de España(IDAE), fue aprobado por el Consejo de Ministros en agosto de 2021, con un presupuesto inicial de 50 millones de euros, repartidos entre las diferentes comunidades autónomas. A Asturias le correspondieron 840.000 euros, fijando como objetivo la rehabilitación de 218 viviendas.

En octubre de 2021, la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar, de la que depende Vivienda, publicó en el Boletín Oficial del Principado (BOPA) una resolución convocando las ayudas en Asturias, que pueden solicitarse hasta diciembre de 2023.

Hasta agosto de 2022, según un documento interno del IDAE, ya se habían presentado solicitudes para 82 viviendas y el equivalente a otras 71 en superficie de uso terciario. En total, la ayuda solicitada superaba los 3.300.000 euros.

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El plazo para resolver los expedientes es de seis meses, pero, a día de hoy, sólo se ha concedido una. Una ayuda de 74.030,53 euros, aprobada en mayo de 2022 a una única solicitante. El director general de Vivienda del gobierno asturiano, Fermín Bravo, culpa de este retraso a la burocracia de Bruselas y Madrid.

"Tardamos porque hemos tenido que cambiar el modelo de resolución varias veces para adaptarlo a las circulares que iban llegando", asegura Bravo, que apunta que "todavía acaba de llegar una hace un mes y algo".

Bravo asegura que otras 62 solicitudes, que se corresponden con 152 viviendas, están ya baremadas y se prevé la publicación inminente en el BOPA de las resoluciones de concesión. No obstante, Bravo ya adelanta que el número de denegaciones será alto, porque las exigencias también lo son.

Para conseguir estas ayudas es necesario presentar una abundante documentación, incluido proyecto o memoria técnica, cuyo precio pude suponer varios miles de euros, dependiendo de la complejidad de las obras. Unos tramites especialmente complicados para vecinos de pueblos pequeños y edad avanzada, que son la mayoría de los posibles beneficiarios.

El propio director general reconoce que las exigencias son excesivas y asegura que así se lo traslado al gobierno central. "Siempre le dijimos al Ministerio, de cara a enfocar los Fondos Next Generation a la zona rural", afirma Bravo, porque en estas zonas "el nivel de capacidad de presentación de solicitudes es menor".

Con todo, según Bravo, con las solicitudes actualmente en tramitación, el crédito concedido a Asturias se agotará, por lo que procederán a solicitar su ampliación al IDAE, ya que el plazo de solicitud de ayudas seguirá abierto hasta diciembre.

Mientras esto ocurre en el Principado, otras comunidades hace tiempo que han agotado el presupuesto inicial y conseguido la ampliación, ya que el crédito del programa PREE 5.000 se ha visto aumentado en dos ocasiones, pasando de los 50 millones iniciales a casi 93.