El 'idioma' que solo se habla en un pueblo de Asturias de 5000 habitantes: viene de los vikingos y no hay un caso igual en España
Este dialecto solo se habla en esta localidad y es una de las más icónicas de toda Asturias

Cudillero es uno de los pueblos más característicos de Asturias
Madrid - Publicado el
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En el norte de España, las palabras suenan distinto. Desde el euskera del País Vasco hasta el bable asturiano o el gallego, cada comunidad autónoma conserva formas propias de hablar que se han transmitido durante generaciones. Estos dialectos, más que simples variaciones lingüísticas, son un reflejo de la historia, la cultura y el alma de cada territorio.
Dentro de este mosaico lingüístico, algunos casos llaman especialmente la atención por su rareza. Uno de ellos se encuentra en un rincón costero de Asturias, donde se conserva un dialecto tan exclusivo que no se habla en ningún otro lugar del mundo. Se trata del pixueto, el idioma vivo de Cudillero, un pueblo pesquero con apenas 5.000 habitantes… y un pasado que, según la leyenda, enlaza directamente con los vikingos.

Cudillero es un pueblo que parece sacado de un cuento
LA BELLEZA DEL PIXUETO EN CUDILLERO
A simple vista, Cudillero es uno de los destinos más bonitos del norte de España: casas de colores colgadas en terrazas frente al mar, un puerto animado y un entorno natural que quita el aliento. Pero bajo esa estampa de postal se esconde una joya lingüística que no existe en ningún otro lugar del país.
El pixueto no es un idioma oficial ni se estudia en las escuelas. Es un dialecto con raíces en el asturiano que ha evolucionado de forma aislada y que, según apuntan algunas hipótesis, podría tener restos de influencia nórdica. La explicación es sorprendente: la tradición oral del pueblo asegura que Cudillero fue fundado por vikingos que se establecieron en la zona durante la Alta Edad Media. Lejos de saquear y destruir, como en otras zonas de Europa, aquí se integraron con la población local, dejando huella en su forma de hablar.

La historia de Cudillero con los vikingos es fascinante
Aunque no hay pruebas arqueológicas concluyentes, los estudios históricos indican que las costas del Cantábrico fueron visitadas por los normandos entre los siglos IX y X. El dialecto pixueto, que mezcla estructuras románicas con términos que no aparecen en otros lugares de Asturias, es para muchos un indicio de esa herencia.
El pixueto tiene partes en las que se diferencia del asturiano como tal y cuya influencia vendría de los vikingos
el bautizo pixueto que se hace en cudillero cada 1 de julio
Cudillero no solo protege su idioma; lo celebra. Cada 1 de julio, durante las fiestas de San Pablín, se realiza el llamado bautizo pixueto. Es un ritual simbólico en el que se otorga el título de “pixueto fiestero” o “pixueto de adopción” a quienes participan en una emotiva ceremonia junto a la fuente del Canto, tras una procesión marinera en honor a los fallecidos en el mar.
Este acto, que cada año reúne a cientos de personas, es una forma de reafirmar la identidad del pueblo y de dar la bienvenida a quienes se sienten parte de su historia, aunque no hayan nacido allí. Es también una forma de mantener vivo un dialecto que podría haber desaparecido, pero que sigue presente en las conversaciones cotidianas, en la gastronomía local y en la memoria colectiva.
Hablar de Cudillero es también hablar de su cocina, profundamente ligada al mar. Entre sus platos más singulares destaca el Curadillo, un pequeño tiburón seco que se cuelga en los balcones para su conservación. Esta tradición marinera, que se remonta a épocas en las que no era posible pescar durante el invierno, ha resistido el paso del tiempo y sigue presente en muchas mesas locales.

Las fiestas de Cudillero atraen a turistas a la zona
Otro producto estrella es la merluza del pincho, capturada de forma artesanal, que se sirve en múltiples preparaciones. Y no faltan mariscos como los percebes o los oricios, ni postres como el arroz con leche o los frixuelos, que completan la experiencia gastronómica.
En un mundo cada vez más globalizado, donde todo tiende a homogeneizarse, que un pueblo como Cudillero conserve su dialecto, sus tradiciones y su historia lo convierte en un lugar único. Y es que no todos los días se encuentra uno con un idioma que solo se habla en un pequeño rincón del norte de España… y que, según cuentan, viene de los vikingos.