¿Qué pasará con el Parque de Atracciones a partir del año que viene? En 2022 finaliza la concesión que otorgó el Ayuntamiento de Zaragoza hace casi 50 años. Es, de hecho, la más antigua de la ciudad. Responsables de la explotación y del Ayuntamiento han iniciado conversaciones para decidir cómo poner fin al contrato y en qué fecha. El equipo de gobierno actual PP-Cs descarta municipalizar el servicio, tal y como pide Zaragoza en Común, y cree que es una oportunidad para crear un parque más atractivo y del siglo XXI.

Quieren aprovechar el final de esta concesión para pensar en el modelo de parque de atracciones que quiere la ciudad, teniendo en cuenta que, con la pandemia, ha cambiado también el interés de este tipo de parques en el mercado. Servicios Públicos ya estudia con la cátedra de Diseño de Servicios Públicos de la Universidad de Zaragoza los distintos modelos que existen.

“Hay que aprovechar esta circunstacia de finalización de la concesión para poder pensar en el modelo de parque de atracciones que queremos para Zaragoza; que sea novedoso, diferente y que se adecúe a los gustos de los niños y de las familias. En ningún momento me planteo la gestión directa”, es lo que dijo la consejera de Servicios Públicos, Natalia Chueca, en la pasada comisión de su área.

Queda descartada, por lo tanto, la municipalización por la elevada inversión que necesitaría un parque totalmente renovado. Mientras tanto, sobre la mesa está el final de la concesión del Parque de Atracciones de Zaragoza. Hay un debate abierto sobre si sería en 2022 o 2024. Los responsables quieren continuar con la explotación. El director de la concesionaria, Jesús Morte, ha defendido en Cope que la concesión “tiene que ir más allá de 2022. Estamos en disposición de, una vez que se llegue a un acuerdo, iniciar las inversiones para modernizar determinadas atracciones. Conseguir un buen acuerdo para la ciudad, para el Ayuntamiento y, sin me dejan, para mí”.

En cuanto al modelo de parque, Morte cree que Zaragoza incluso con el actual -con sus 60.000 metros cuadrados y más de 40 atracciones- está “sobredimensionado” para una ciudad de 700.000 habitantes. Asegura que Zaragoza “debería tener un parque un 30% más pequeño que el actual”. Según ha dicho, la ciudad no cuenta con otros polos de atracción en los alrededores, como sí ocurre en ciudades como Madrid -que tiene la Warner- o Tarragona -con Port Aventura-. Al respecto ha indicado que “ha corrido la idea de que pueda llegar a Zaragoza Port Aventura, Disney o Parques Reunidos. Esa idea es una barbaridad”. Y ha señalado que los parques temáticos, en general, “están en una situación muy precaria desde antes de la pandemia”.

En cuanto a la situación actual, el parque está funcionado con un aforo de entorno al 20%, unas 2.500 personas. Las atracciones son desinfectadas después de cada uso, lo que puede alargar los tiempos de espera; y se ha incrementado la venta on-line de entradas y las reservas. Están también a la espera de qué pasará a partir del 9 de mayo, con el fin del Estado de Alarma, en lo que se refiere a celebraciones, como las comuniones. En el restaurante, con 1.700 metros cuadrados, “se pueden meter 600 personas en mesas de 4; y en una comunión no podemos meter más de 10. Es complicado de entender”, ha opinado.

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