Ya es una realidad. La nueva Ley de Educación, la Lomloe, se ha convertido en la octava norma de estas características que se aprueba en la Democracia en España. Con una ajustada votación, el Gobierno de España ha dado luz verde a una regla que va a suponer un cambio profundo para los centros de educación especial.

Además de reorganizar los estudios en materias como Religión o Ética, también cambia el reparto de las asignaturas entre el Gobierno Central y las Comunidades Autónomas. Una modificación estructural que también toca un ámbito como es el de la educación especial. ¿Qué va a pasar ahora con estos centros? ¿Cuál será su manera de funcionar y en qué afecta esta Ley Celáa a su funcionamiento?

En resumidas cuentas, la disposición adicional cuarta de la Lomloe establece que "el Gobierno, en colaboración con las Administraciones educiativas, desarrollará un plan para que, en el plazo de diez años, los centros ordinarios cuentes con los recursos necesarios para poder atender en las mejores condiciones al alumnado con discapacidad". La cuestión está en que, hasta entonces, no hay un plan inicial para ese acomodo.

Añade, además, esta disposición, que "las Administraciones educativas continuarán prestando el apoyo necesario a los centros de educación especial", pero aquí llega la cuestión de la polémica "para que estos, además de escolarizar a los alumnos y alumnas que requieran una atención muy especializada, desempeñen la función de centros de referencia y apoyo para los centros ordinarios". Eso ha hecho pensar, en muchos sectores, que se busca -a la larga- la desaparición de estos centros.

INQUIETUD

Este viernes nos hemos marchado hasta Asociación Tutelar Aragonesa de Discapacidad Intelectual, ATADES. Su gerente, Félix Arrizabalaga, ha mostrado su punto de vista: "Genera muchísima incertidumbre y preocupación tanto a las familias como a los docentes". "El escenario que abre esta Ley, las Administraciones Educativas irán priorizando la matriculación de las personas con discapacidad intelectual en los centros ordinarios, lo cual es una situación que nos llama mucho la atención".

Ahondaba también en esta cuestión que no logran entender del todo: "Históricamente ha habido una preferencia por matricular a personas con discapacidad intelectual dentro de los centros de educación ordinaria, siempre que fuera posible, pero nunca se había decidido un plan con un plazo a 10 años. Es un escenario extraño porque puede implicar el cierre de colegios de educación especial".

ESTIGMA

¿Y cuál sería el escenario de juntar en un centro ordinario a personas de distintas capacidades con el resto de alumnos? Sobre el posible estigna, Arrizabalaga ha sido muy claro: "Es otra de las cuestiones que preocupa a las familias. Muchos de los niños y niñas que ahora están en la educación especialmente, previamente han pasado por la educación ordinaria. Y llegan como una derivación cuando no han podido seguir sus itinerarios y cuando los colegios ordinarios no han podido seguir adaptando sus contenidos para que estos niños pudieran seguir".

Puedes volver a escuchar la entrevista completa al principio de esta noticia o en nuestra sección de Audios. El domingo, además, hay convocada una movilización en Zaragoza, a partir de las 11 y desde el Campus Río Ebro, organizada por 'Más Plurales', que clamarán contra la aprobación de esta nueva ley educativa.

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