Incendios en Jaca: de los ataques medievales a los grandes fuegos de Oroel
Juan Carlos Moreno repasa en COPE los incendios que cambiaron la historia de Jaca y su entorno

Juan Carlos Moreno, asociación Sancho Ramírez
Jaca - Publicado el - Actualizado
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La historia de Jaca también se ha escrito entre llamas. Juan Carlos Moreno, de la Asociación Sancho Ramírez, ha recordado en COPE cómo los incendios han acompañado a la ciudad desde la Edad Media. El primero documentado data de 1134, cuando tras la muerte de Alfonso el Batallador y la llegada de Ramiro II, los navarros atacaron la ciudad y prendieron fuego a los alrededores. A lo largo de los siglos se sucedieron episodios devastadores: el incendio de 1395 que comenzó en la judería y alcanzó la catedral, el de 1440 que arrasó la calle Mayor o el de 1572 que destruyó la iglesia de San Francisco. Incluso el monte Oroel sufrió fuegos de enorme magnitud, como el de 1614, que ardió durante quince días hasta llegar a Ulle y Navasa.
Estos desastres obligaron a los jacetanos a organizarse. Ya en 1597 el consistorio adquirió herramientas específicas para la lucha contra incendios y en el siglo XVIII se apoyaba en cofradías y gremios de albañiles y carpinteros para sofocar las llamas. El gran salto llegó en 1882, cuando el Ayuntamiento aprobó el reglamento de la sociedad de incendios y formó la primera brigada de bomberos con una treintena de efectivos, una cifra notable para una población que no alcanzaba los 7.000 habitantes. “A pesar de la gravedad de algunos episodios, la naturaleza siempre se ha recuperado y los jacetanos han sabido reinventarse”, explica Moreno.