opinión
La salvación es matemática: comienza la catarsis
La contundente victoria del Villarreal ante el Leganés (3-0) certifica la permanencia del Sevilla en la categoría. Ya saben, vayan desfilando. El último que apague la luz y cierre la puerta

Caparrós
Sevilla - Publicado el
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A la victoria frente a Las Palmas le faltaba un último trámite, y ya ha ocurrido. El triunfo del Villarreal sobre el Leganés (3-0) sella la permanencia del Sevilla en Primera División, poniendo fin a un ciclo de dos temporadas indecentes que se llevará por delante el proyecto iniciado por José María del Nido Carrasco. El club ha tenido que recurrir al corazón de Joaquín Caparrós para evitar caer en la sepultura, un destino al que parecían empujarlo los actuales dirigentes y el director deportivo con su irresponsable gestión. La salvación es matemática: comienza la catarsis.
Las preguntas se disparan en ráfagas: ¿Qué ocurrirá con Víctor Orta? ¿Se mantendrá Junior en la presidencia? ¿Cómo sobrevivirá el club a esta guerra civil? ¿Cuáles son las medidas drásticas que anuncian los que mandan? ¿El actual Consejo se plantea seguir? ¿Es la familia Carrión una alternativa? ¿Dónde está Del Nido Benavente? ¿A qué juegan "los Americanos"? ¿Qué fuerza tiene la Vía Baltasar (Antonio Lappi - Fede Quintero)? ¿Es posible el regreso de Monchi? ¿Quién diablos va a planificar la próxima temporada?
El aficionado quiere respuestas, pero será imposible encontrarlas de inmediato. Hay cosas que, al menos, se concretarán en breve. La salida de Orta y del asesor Ignacio Navarro tiene fecha de caducidad cercana. Ver jugarse al Sevilla la categoría con García Pascual y Antonetti es incalificable. Qué colección de disparates. Faltaría más. Desde hace meses, la Tercera Vía (Vía Baltasar) trabaja en una futura compra de acciones, pero la oferta aún no se ha cerrado y las diferencias siguen siendo amplias. No es una operación sencilla. Las alternativas a Junior dentro del Consejo no existen, por lo que, de momento, el cuadro de mando seguirá.
Junior está obligado a comparecer públicamente y ofrecer explicaciones. La afición quiere saber si sus próximos pasos serán para mantener al club activo mientras llega una solución o si pretende encabezar un nuevo proyecto, algo que parece inviable con el ambiente de crispación actual. El club está metido en un enredo muy peligroso, y todos deben poner de su parte antes de que la ruina y la pena lo devoren.
¿Monchi? No duden de que regresará, pero en el momento oportuno. Es la única bala que le queda al Sevilla en medio de este desastre, y no se puede desperdiciar por precipitaciones. Quedan muchos meses de especulaciones y negociaciones y con la obligación de montar otra temporada mientras tanto. La situación es preocupante.
El presidente no quiso escuchar a quienes le advirtieron, y él solo se ha metido en este lío. Eso sí, hasta que no se concrete una oferta real, los máximos accionistas no se moverán ni un centímetro. Ya saben: aceleren el asunto y vayan desfilando poco a poco. El último que apague la luz y cierre la puerta.