

"Que Trump y Putin dejen fuera a Zelenski solo puede ser malo para la Unión Europea y para Ucrania"
Rubén Corral explica en La Linterna las claves de la reunión hoy entre Trump y Putin y recuerda a Javier Lambán, expresidente de Aragón
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Pues este viernes 15 de agosto, festivo en toda España, día de la Asunción de la Virgen, al margen de los incendios, la noticia del día era la reunión entre Donald Trump y Vladimir Putin. Pero esta tarde hemos conocido el fallecimiento de Javier Lambán. El expresidente aragonés, uno de los varones más críticos con Pedro Sánchez, llevaba desde el año 2021 luchando contra el cáncer de Colon, contra el maldito cáncer. Hace un mes, Ángel Expósito hablaba con él en esta Linterna.
Bueno, yo por lo menos voy a revelar un pequeño secreto, y es que aquella entrevista la hicimos el 8 de julio, martes, martes por la noche en directo, pero la petición había sido para el día anterior. Lo que queríamos era hablar con él el lunes. Ese lunes nos comunicaron que, como estaba recibiendo tratamiento, iba a estar muy cansado por la noche y que no iba a poder ser. La sorpresa llegó en que, al final de ese lunes, recibimos una llamada diciendo que el señor Lambán podría atendernos al día siguiente, a las 24 horas. Socialista por convicción presidió el gobierno de Aragón entre 2015 y 2023.
Leal a su partido siempre. Junto a García Page, Eduardo Madina y Susana Díaz, algún ministro lo calificó como miembro del Club de los Resentidos por sus críticas a las de Sánchez. Desgraciadamente el cáncer se lo ha llevado en la tarde de este viernes. Descanse en paz.
Al margen de esto, ahora mismo hay una sala en la base militar de Anchorage en Alaska que imagino ya preparada para un encuentro determinante. Donald Trump y Vladimir Putin se van a ver las caras para hablar de la posibilidad de explorar algo parecido a un alto el fuego o al inicio de unas negociaciones sobre Ucrania.
Hay que decir que no sabemos lo que puede pasar. De momento solo podemos elucubrar porque los dos personajes, bueno, los dos personajes que se van a ver las caras frente a frente pueden sorprendernos con cualquier cosa. De entrada, el lugar elegido para el encuentro es realmente curioso. Alaska fue hasta 1867 territorio ruso. Estados Unidos la compró entonces por 7 millones de dólares que al cambio actual serían unos 100 millones. Bueno, Anchorage está a 6.880 km de Washington, a 7.470 km de Moscú y a casi 9.000 km de Kiev. Putin ha tenido que hacer un viaje en avión de 9 horas y Trump de 8.
Esta base militar fue clave durante la Guerra Fría porque desde aquí Estados Unidos vigilaba los 88 km de frontera que compartía con la entonces URSS. Fuentes estadounidenses aseguran que el enclave no está elegido al azar y es que esta base reúne unas condiciones que creen únicas y que son necesarias para este encuentro. Posee el máximo nivel de seguridad, reduce las posibilidades de protestas, ¿quién va a ir aquí?, y permite mostrar músculo militar frente a Putin.
¿Qué sabemos del formato del encuentro? ¿Cómo va a ser? La cumbre va a tener un formato de reunión privada a puerta cerrada. Arrancará a las 11:30 de la mañana, hora de Alaska, 9:30 de la noche en España, con un cara a cara entre los mandatarios y va a continuar con un desayuno de trabajo junto a cinco altos funcionarios por cada delegación.
¿Quiénes son estos funcionarios? Pues es interesante saberlo. Por el lado ruso están Sergei Lavrov, que es el ministro de exteriores. Por cierto, ha llegado a Alaska con una sudadera con las siglas de la URSS, no está mal, ¿eh?. Luego va a ir Antón Siluanov, que es el ministro de finanzas, Kiril Dmitriev, que es el director del Fondo Ruso de Inversión Directa. Este es el que se está encargando de negociar con Estados Unidos, es un exbanquero de Goldman Sachs, es un hombre de negocios y finalmente va a ir el asesor presidencial Yuri Ushakov. Ha sido 10 años embajador en Estados Unidos y bueno, tiene una relación importante con Donald Trump. Da la sensación de que estamos ante un equipo de negociadores económicos, que se va a negociar algo económico.
¿Quién acompaña a Trump? Pues lo hacen los secretarios de Estado, Marco Rubio, el del Tesoro, el secretario de Estado de Comercio. Y también va el director de la CIA. Y junto a todos ellos, Steve Witkoff, que es el que se ha encargado de negociar con Putin en Moscú en nombre de Trump. Es interesante la cuestión de que estén acompañados porque como aseguran los que conocen la personalidad de ambos, Trump en privado puede ser vulnerable a Putin. Putin le puede seducir.
¿Qué se espera o qué espera cada uno de este encuentro? Bueno, pues Trump da la sensación de estar impaciente por hacer realidad aquello de que iba a acabar con la guerra de Ucrania. No lo pudo hacer en 24 horas, como prometió al asumir la presidencia y le está costando bastante más de lo previsto, vamos, según había previsto él. Espera reforzar su candidatura al Nobel de la Paz. No es broma, quiere pasar a la historia como pacificador y sobre todo está deseando hacer negocios, que esa es su naturaleza. El hecho de tener a Rusia excluida del panorama internacional para Trump supone un revés, porque en su interior debe pensar que se está perdiendo grandes oportunidades de negocio.
Por su parte, Putin con esa reunión lo que ha hecho ya es romper el aislamiento al que se le había sometido desde Occidente. Y digo desde Occidente porque Putin, Moscú, tiene relaciones de todo tipo con China, con Irán, con la India. Y no hay que olvidar la frase con la que fue recibida a comienzos de esta semana este encuentro en un medio de comunicación ruso, uno de los más importantes: "adiós al aislamiento".
Realmente no sabemos lo que uno piensa del otro. Trump ha pasado de tener una relación cordial con el ruso a decir que era un malvado porque bombardeaba a ancianos y niños después de hablar por teléfono con él. Trump se mueve exclusivamente por intereses económicos propios. Te recuerdo que fue cruel con Zelenski echándole de la Casa Blanca. Luego se reunió con él en el Vaticano en una imagen, la de las dos sillas dentro de la Basílica de San Pedro, que dará la vuelta al mundo. Y ahora ha entrado en una indefinición. Realmente no sabemos si le odia o le admira.
Por su parte, Vladimir Putin no se ha movido de su posición. Sigue siendo un imperialista con aspiraciones de recuperar para Rusia las fronteras soviéticas. Sigue pensando que hay que apartar a Zelenski del poder y colocar a un gobernante títere al estilo del bielorruso Lukashenko. Las sanciones internacionales han servido de poco porque lo que ha hecho Putin ha sido estrechar su alianza con China y con Irán. El caso es que en menos de una hora y media Donald Trump y Vladimir Putin se reúnen para buscar una salida al conflicto de Ucrania. Lo paradójico es que lo hacen sin Ucrania y sin Europa. El encuentro puede ser un primer paso de algo, pero dejar fuera a Zelenski y a los líderes europeos solo puede traer malas noticias para Ucrania y para Europa.



