La nueva realidad de nuestra vida diaria a cambiado y ahora tenemos un accesorio inseparable. La mascarilla, la cual es obligatoria por ley y además es vital para luchar ante la pandemia del coronavirus. Hasta ahí todo correcto. Las mascarillas a veces son incómodas, dan calor, en muchas otras ocasiones con motivo del verano o en altas temperaturas y huelen mal, en muchos casos. Éstas son las tres quejas más comunes en lo que a mascarillas se refiere. La última se repite cada vez más en redes sociales. Las mascarillas están hechas de un material que al venir de fábricano huele, pero debemos tener en cuenta que su función es evitar que las pequeñas gotas que salen de nuestra boca se queden suspendidas en el ambiente.

BAJAS TEMPERATURAS

Con las bajas temperaturas que está viviendo el país debemos extremar las precauciones para garantizar el correcto uso de nuestras mascarillas. Durante algunos días el foco de nuestras vidas quizás haya pasado del coronavirus a la nieve, el hielo, las bajas temperaturas. Parce que hemos dejado aparcada la pandemia por una semana y las conversaciones pasaron a centrarse en el clima no sólo en el norte (donde es bastante habitual) sino en más de media España.

�� El Plan Vacunación 24x7 se prolongará hasta primavera y está dividido en:
Etapa 1⃣ Residentes y personal de las residencias, sanitarios y sociosanitarios.
Etapa 2⃣ Mayores de 70 años y resto de la población
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— Junta de Andalucía (@AndaluciaJunta) January 19, 2021

Está demostrado científicamente que el frío beneficia al SARS-CoV-2, igual que a otros virus respiratorios, ya que le permite una mejor conservación y hace más sencilla su transmisión. Además, desde que las temperaturas han caído en picado todos estamos notando un fenómeno nuevo, en general bastante desagradable y hasta peligroso para nuestra salud: la condensación que nos moja la narizy la cara cuando vamos por la calle.

SALIVA

La principal función de la mascarilla es retener las pequeñas gotas de saliva que toda persona expele al respirar y al hablar, además de impedir que muchas gotas de otras personas llegar a su propia boca y a sus mucosas nasales.

Son esas gotitas de la propia saliva las que, si la mascarilla se usa más tiempo que el recomendado, se secan y se descomponen y, en consecuencia, generan mal olor. En su intensidad puede intervenir tanto el pH de la boca como la densidad de la saliva, etc.

TIPOS Y TIEMPO ÚTIL DE UNA MASCARILLA

1. Las mascarillas caseras e higiénicas en general son reutilizables. Es decir, se pueden lavar, y de ese modo quitarles el mal olor. De todas formas, la cantidad de lavados no es ilimitada, ya que con el uso y el paso del tiempo su efectividad se reduce.

2. Las mascarillas quirúrgicas tienen una vida útil de cuatro horas de uso. Después de ese lapso, la respiración y el sudor humedecen el material, alteran su capacidad de filtro y, por lo tanto, hace que pierdan eficacia. Además, producen mal olor. Como no se pueden lavar, pues esto aumentaría el deterioro del material, lo recomendado es desecharlas.

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3. Las mascarillas EPI (equipos de protección individual), también conocidas como autofiltrantes, tienen un uso máximo aconsejado de 24 horas. Estas mascarillas son las que tienen una mayor capacidad de retener las partículas que flotan en el aire y, debido a eso, son las más seguras. Pero, por la misma causa, también suelen retener mayor cantidad de saliva y, por lo tanto, también es superior el riesgo de que generen mal olor si se usan más tiempo del adecuado.

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