Es un plato que cada vez es más demandando por los comensales. Ha pasado de no tener demasiado tirón a ser uno de los entrantes más habituales o incluso aperitivos más sugeridos en muchos restaurantes de España. Nos referimos a las berenjenas fritas.

Si tienes la suerte de poder escaparte a comer a los muchos de los chiringuitos que pueblan la Costa del Sol comprobarás que la berenjena frita con miel de caña es uno de los platos más pedidos por las familias y grupos de personas que acuden a comer. Plato barato, suele gustar a todo el mundo y que sirve para abrir boca. A priori es un plato relativamente sencillo de cocinar.

Sin embargo, cuando probamos a hacerlo en casa comprobamos que la berenjena, en ocasiones no nos queda crujiente. Ponemos nuestro empeño, cortamos bien la berenjena, la pasamos por la harina pero luego en lugar de que nos queden crujientes y sabrosas comprobamos que nos quedan blandas, mustias y aceitosas.

Para evitar que nuestro esfuerzo no quede en vano nos ponemos en las manos del chef David Piedra para conocer la manera de que nos queden crujientes, y el secreto que nos desvela es sorprendente: Rociar las berenjenas con cerveza. La explicación es sencialla: "El ácido carbónico que contiene la cerveza provoca que la berenjena cuando la freímos escupa el aceite. Por ello, comprobaremos que la berenjena nos quedará crujiente y dorada. El proceso es muy sencillo. Con este truco nos aseguraremos que tengamos éxito a la hora de freir las berenjenas. Si la acompañamos de miel de caña tendremos a nuestra disposición un manjar y a un precio muy barato", explica el chef.

INGREDIENTES

• 2 berenjenas
• Sal
• 1 lata de cerveza
• Harina de trigo
• Aceite de oliva virgen extra
• 1 limón

ELABORACIÓN

Lo primero que debemos hacer es lavar bien las berenjenas. O bien enjuagarla con abundante agua o bien con un concentrado de lejía alimenticia. Hay que asegurarse enjuagarla bien porque no le vamos a quitar la piel, nos la comeremos tal cual.

Seguidamente las cortamos en láminas de un dedo de grosor. Si las queremos como aperitivo en un cocktail también podemos optar por cortarlas tipo patata frita de manera alargada.

Una vez que las hemos cortado, sin quitarle la piel, las metemos en un bol y le echamos sal y el zumo de un limón. Las dejaremos reposar durante 15 minutos. El jugo del limón posibilita que se le quite parte del amargos de la berenjena.

A continuación viene el momento clave. Escurrimos bien la berenjena del limón y añadimos una lata de cerveza a la berenjena cortada. Este paso es fundamental para que nos quede crujiente. Debemos dejar la berenjena con la cerveza durante 15 minutos.

A continuación cogemos un papel secante y escurrimos las berenjenas. Seguidamente las pasamos por la harina de trigo. Mientras las vamos enharinando calentamos la sartén con abundante aceite de oliva virgen extra. Cuando empiece a humear el aceite es cuando introducimos las berenjenas. Cuando las sirvamos le podemos volver a echar un toque de sal.

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En pocos minutos podremos degustar un plato fácil de preparar, rápido de hacer y barato.

Como acompañamiento podemos hacerlo con miel de azúcar de caña, muy típica de la zona de la Axarquía de Málaga y con una buena ensalada de pimientos.

¡Qué aproveche!

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