“Todo fue, sencillamente, gracia”: el Rosario Magno supera todas las previsiones y se convierte en un testimonio de fe y unidad
La Diócesis de Jaén celebra el éxito del Jubileo de Cofradías, que reunió a miles de fieles bajo el lema de la esperanza

“Todo fue, sencillamente, gracia”: el Rosario Magno supera todas las previsiones y se convierte en un testimonio de fe y unidad
Jaén - Publicado el - Actualizado
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Jaén vivió una jornada histórica de fe y unión con la celebración del Rosario Magno de la Esperanza, un evento multitudinario que reunió a miles de fieles el pasado sábado 4 de octubre en el corazón de la provincia. La tradicional oración mariana, que concluye con las letanías, se transformó en una auténtica manifestación de devoción popular y agradecimiento, en el marco del Jubileo de Cofradías y Hermandades de la Diócesis de Jaén.
Desde la comisión organizadora se transmite un mensaje claro de satisfacción y gratitud tras el éxito del encuentro. “Todo fue, sencillamente, gracia”, afirman con emoción, al hacer balance de una jornada que superó todas las previsiones iniciales y dejó una huella imborrable en la memoria colectiva de los jiennenses.
Según los datos iniciales, se esperaba una asistencia de unas 40.000 personas, pero la cifra final superó con creces las expectativas. A los fieles de la capital se sumaron devotos procedentes de todos los rincones de la provincia, llenando calles, plazas y templos en un ambiente de recogimiento y alegría.
Solo en la Eucaristía celebrada en la calle Virgen de la Cabeza, más de 2.000 fieles recibieron la comunión. La organización dispuso 5.000 sillas a lo largo del recorrido oficial —desde la calle Virgen de la Capilla hasta la calle Campanas— y 1.000 más en la Plaza de Santa María, todas ellas ocupadas. Además, se habilitaron nuevas localidades el mismo día del evento ante la elevada demanda.
El Rosario Magno contó con 20 cortejos procesionales, cada uno representando un misterio y compuesto por una media de 60 participantes, sumando unos 1.200 cofrades entre los grupos de origen y las hermandades de acogida. A este impresionante cortejo se añadieron 2.225 costaleros, responsables de portar las imágenes por las calles de Jaén.
La música también tuvo un papel protagonista: 25 formaciones musicales participaron en el recorrido, con una media de 125 componentes cada una, llenando el ambiente de solemnidad y emoción.
La magnitud del evento exigió un importante esfuerzo logístico. Las cofradías acreditaron 54 autobuses para el traslado de sus miembros, y se habilitaron zonas de aparcamiento para 320 vehículos en el recinto ferial. Según el Consorcio Metropolitano de Transportes, el número de desplazamientos alcanzó los 4.922, lo que supone un incremento del 238 % respecto al sábado anterior.
Gracias a un análisis digital de imágenes, se estimó que solo en la Avenida de Madrid se concentraron entre 18.000 y 20.000 personas, mientras que otras zonas como la calle Bernabé Soriano, la Plaza de San Francisco y la Carrera de Jesús también se vieron completamente abarrotadas.
La celebración del Rosario Magno tuvo un notable impacto económico y turístico. Desde semanas antes, los hoteles de la capital y de los municipios cercanos agotaron sus plazas, y los apartamentos turísticos colgaron el cartel de completo. La hostelería vivió su propio jubileo, con bares y restaurantes llenos durante toda la jornada.
Una ciudad unida por la fe y la esperanza
El balance final no deja lugar a dudas: el objetivo se cumplió con creces. El Rosario Magno logró llevar la esperanza al corazón de los jiennenses y visitantes, mostrando la fuerza de una provincia unida por la fe. “Jaén fue una ciudad de luz”, expresan desde la organización, “un recuerdo imborrable que permanecerá en la memoria de todos los que participaron y acompañaron este acontecimiento histórico”.