Según informa la Policía Nacional de Jaén, presuntamente obligaron a la víctima, bajo amenazas de muerte, a que su hermano y su cuñada vendieran su vivienda por 24.000 euros, cuando su valor real era de 60.000, con el fin de saldar la deuda contraída. Los investigadores temen que pudiera haber más víctimas, ya que este tipo de delito, últimamente es cada vez más habitual

La víctima venía arrastrando diferentes deudas debido a su fuerte adicción al juego. Con el fin de saldarlas, contactó con los arrestados solicitándoles14.000 euros. Estos le prestaron el dinero solicitado realizando un contrato de reconocimiento de deuda en el que figuraban mil euros de “gastos y comisiones”, así como el pago de dos mil euros mensuales de “intereses”. La víctima pagó tres mensualidades; seis mil euros, sin embargo al no poder seguir abonando lo comprometido, presuntamente llegaron las amenazas de muerte.

La vivienda donde residían su hermano y su cuñada

La víctima desesperada acudió pidiendo ayuda a su hermano y su cuñada manifestándoles su adicción al juego y la deuda contraída y que al no poder seguir haciendo frente a los pagos, los prestamistas le habían amenazado con matarlo. Ante lo relatado po rsu hermano y por miedo a que las amenazas se hicieran realidad decidieron ayudarle. Tras entrevistarse con los arrestados y teniendo ya conocimiento de la deuda real, supuestamente fueron obligados a vender su vivienda para de esta manera solventar la cuantía total de la deuda más los intereses” generados.

Por ello, los detenidos se ofrecieron para buscar rápidamente un comprador. En el pasado mes de marzo, uno de los arrestados contactó con la pareja para decirles que el piso se había vendido por 24.000 euros, citándoles en una notaría. Llegado el día, la cuñada de la víctima se personó junto al comprador con el fin de formalizar entre ambos la compraventa del piso, entregando a la vendedora un cheque de 23.000 euros que al salir de la notaría uno de los arrestados se lo arrebató de las manos y tras cobrarlo, se quedaron con todo el dinero. En resumen; de una deuda de 14.000 euros se embolsaron 30.000. El nuevo dueño alquiló la vivienda a sus antiguos propietarios

Lejos de librarse de los supuestos extorsionadores, éstos pactaron con el nuevo propietario el alquiler del piso con los antiguos propietarios por 300 euros al mes, sin embargo los arrestados, presuntamente, obligaron a la inquilina a que les ingresara las mensualidades del alquiler. Los investigadores están convencidos de que existen más casos similares al investigado; es decir personas y familias que ante una extrema necesidad, caen en las manos de estos “prestamistas abusivos” que carentes de pudor alguno estafan, amenazan y extorsionan a sus víctimas