Según hemos podido saber de fuentes policiales este caso tuvo lugar el pasado 3 de enero sobre las 15:00 de la tarde cuando la víctima, que se encontraba en su domicilio (una vivienda ocupada), recibió la visita de un conocido suyo, con el que tenía una relación de encuentros sexuales esporádicos. Ya durante la tarde comenzaron a discutir, ambos forcejearon y finalmente ella se subió a la planta de arriba de la casa junto a su hija de 7 años de edad, quedándose él abajo.

Pasado un tiempo, ella decidió salir de la casa observando que la llave no se encontraba puesta en la cerradura y que su móvil no lo tenia consigo, por lo que decidió escribir una nota pidiendo auxilio en la que cual pedía que por favor llamaran a sus padres y no a la policía, arrojándola por la ventana, viendo como la recogía un cartero que se encontraba en ese momento trabajando. El cartero se la facilitó a una tercera persona siendo está la que sin dudarlo llamó a la policía nacional.

Los agentes se personaron en la vivienda de la víctima y si bien, la misma no quiso atender a los agentes aludiendo a que no ocurría nada, estos finalmente accedieron a la vivienda poniéndola a salvo del autor, el cual huyó por los tejados adyacentes. Una vez en el interior los policías observaron una plantación "indoor" de marihuana, presumiblemente siendo este el motivo por el que no quiso franquearle la puerta a los agentes, por lo que solicitaron la presencia de los investigadores del grupo de estupefacientes, los cuales, tras la solicitud de un mandamiento de entrada y registro que le fue concedido por la autoridad judicial incautaron un total de 183 plantas de marihuana en el interior, procediendo a la detención de la mujer.

A día de hoy la investigación se encuentra abierta no descartándose nuevas detenciones.