María José Muiño: "La ampliación del recorrido ha sido un éxito y felicito a la Matriz por ello"
La Hermana Mayor de la Hermandad de Emigrantes hace balance de una romería marcada por el Año Jubilar, el calor y una emotiva procesión de la Virgen

María José Muiño, hermana mayor de la Hermandad de Emigrantes del Rocío de Huelva
Huelva - Publicado el
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El Plan Romero se ha desactivado oficialmente. La última hermandad filial, Isla Cristina, regresaba ayer a su localidad en torno a las ocho o nueve de la tarde, poniendo así el broche final a la Romería del Rocío 2025. Unos días antes lo hacían las hermandades de Huelva y Emigrantes, que como es tradicional protagonizaron una entrada espectacular en la ciudad.
Para conocer cómo ha sido el regreso y la vivencia de esta romería tan especial, COPE Huelva ha conversado con María José Muiño, Hermana Mayor de la Hermandad de Emigrantes en este Año Jubilar.
Un regreso sin incidentes
Muiño valora el camino de vuelta como “estupendo”, destacando que las temperaturas acompañaron más que a la ida y que no hubo incidentes. Subraya que se trató de un “camino de esperanza”, con muchas ganas acumuladas de Rocío, pero también con la mirada ya puesta en el Rosario Jubilar, que se celebrará dentro de dos semanas.
Aunque la romería ha terminado oficialmente, insiste en que “el Rocío no ha terminado”: para ella, es algo que perdura durante todo el año.
Rocío de renovación interior
Vivir este Rocío como Hermana Mayor ha sido para María José una experiencia especialmente significativa, no solo por su cargo, sino por la coincidencia con el Año Jubilar. A lo largo del año, ha repetido a los hermanos la importancia de aprovechar esta oportunidad que ofrece la Iglesia para renovarse por dentro y reiniciarse en la fe.
Afirma que su intención no era simplemente guiar la hermandad hasta el Rocío montada a caballo, sino “conducir a sus hermanos en el crecimiento espiritual”. Este año, asegura, la meta era interior, no solo física.
El calor sofocante del domingo
Una de las imágenes insólitas que deja esta romería fue la aldea vacía durante las horas centrales del domingo de Pentecostés, debido al intenso calor. Muiño recuerda que, aunque la misa pontifical fue larga —de unas tres horas—, “disfrutaron” gracias a la brisa que soplaba en las cercanías de la marisma. Con la llegada de la noche, afortunadamente, las temperaturas bajaron.
Sobre la procesión de la Virgen, que este año amplió su recorrido en 100 metros para aliviar la concentración de hermandades en la Plaza de Doñana, María José opina que “ha sido todo un éxito”. Felicita a la Hermandad Matriz por esta decisión, que ha permitido vivir la procesión con más tranquilidad y hacerla más equitativa para todas las filiales.
En su caso, la Hermandad de Emigrantes pasó de estar delante de la Hermandad de Gines a otra esquina, lo que les permitió disfrutar más del momento. Destaca que la Virgen pudo saludar a cada sin pecado con serenidad, rezando la salve y posando el paso en el suelo como antaño.
Aunque la ampliación parezca insignificante en metros, recalca que en el contexto del ritmo de la procesión, 100 metros marcan una diferencia significativa, y aun así se logró terminar a una hora razonable.
Un momento para todas las hermandades
Muiño también valora el hecho de que todas las hermandades filiales hayan tenido un tiempo similar ante la Virgen, superando desigualdades anteriores. Reconoce que existe una diferencia entre quienes tienen casa hermandad en la aldea y quienes, como ellos, deben esperar en puntos estratégicos, pero considera que este año la organización ha sido “más justa y equilibrada”. La integración de las agregadas
Otro de los momentos destacados de este Rocío fue la misa pontifical junto al Santuario, donde participaron no solo las hermandades filiales, sino también las asociaciones agregadas. María José defiende su presencia como una señal positiva de integración, pues estas agrupaciones ya están en el camino hacia el reconocimiento oficial y deben demostrar su fe.
Recuerda que antes, el sin pecado no podía pisar la aldea si no era una hermandad reconocida. Hoy, considera que incluir a estas asociaciones en actos tan significativos es una manera de acompañarlas y ayudarlas a consolidarse.
María José Muiño se despide agradeciendo a COPE Huelva por permitirle compartir su experiencia y recordando que lo vivido en este Rocío no acaba con el fin de la romería. Porque para ella, y para muchos rocieros, el Rocío es fe, es camino y es vida que continúa durante todo el año.