Patricia Guerrero y su Ballet Flamenco de Andalucía triunfan en la Bienal de Granada
La evocación de Mario Maya realizada por la coreógrafa y bailaora granadina fue uno de los momentos más emotivos de un brillante estreno

Uno de los momentos de la coreografía Sacromonte
Granada - Publicado el
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La Bienal de Flamenco de Granada continúa cosechando el éxito en su primera edición. La inauguración en la Plaza de Toros, con la participación de la Orquesta Ciudad de Granada y el pianista Juan Carlos Garbayo, puso de manifiesto la extraordinaria categoría de Antonio El Turry. Ahora ha sido otra artista granadina, Patricia Guerrero, quien ha conseguido un triunfo rotundo. La coreógrafa y bailaora presentó el espectáculo XV Gala Aniversario del Flamenco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, a cargo del Ballet Flamenco de Andalucía, que con tanto acierto dirige desde hace dos años.
En esta creación, Guerrero compartió algunas de las coreografías con otros artistas de su compañía y el resultado fue brillante, con un recorrido por variados cantes, como los que evocaban ritmos malagueños, llegando a su culminación en los números finales, donde la zambra fue la protagonista, con una creación de María Carrasco titulada Sacromonte, que contó con la participación del elenco femenino del ballet, que incluso se atrevió a cantar algunos de los temas más populares de los cantes de Granada.
maya, morente y guerrero
Brillaron con especial luz momentos como Albije, en el que Sergio El Colorao y Patricia Guerrero se situaban en solitario en la escena, con coreografía de la baialora, la recreación de la obra de Mario Maya, que también coreografió la granadina y que quiso titular Maestro, en alusión al magisterio que el bailaor ejerció en el inicio de su carrera y el momento final con una evocación de Enrique Morente. Tuvo como título Eterno, la coreografía fue de Álvaro Aguilera y fue el momento en que, además del escenario instalado en el Colegio Mayor Santa Cruz la Real, se ocupó por parte de los músicos la galería alta, con un derroche de luz y cantes morentianos, en los que volvió a destacar Sergio El Colorao, no faltando la musicalización que hizo Morente de los versos de San Juan de la Cruz.

Evocación de Enrique Morente con la coreografía Eterno