Control de ruido en comunidades en Granada

Desde administración de Fincas Cañavate queremos informar a todos nuestros cliente que este mes ha comenzado en Granada un refuerzo municipal de vigilancia nocturna en zonas universitarias, residenciales y limítrofes a plazas de reunión habitual. El Ayuntamiento lo ha dejado por escrito: más control, más presencia policial y más sanciones. Y la pregunta que todo propietario debería hacerse —y que casi nadie quiere hacerse— es esta: ¿está tu comunidad preparada de verdad para este nuevo control de ruido en comunidades? Porque el Ayuntamiento esta vez no viene “avisando”: viene ejecutando.

«¿Tu comunidad será la próxima sancionada por ruido este mes? Nadie está a salvo.»

Como Administración de Fincas Cañavate lo estamos viendo en primera línea. Las fiestas en pisos compartidos, los constantes cambios de inquilinos, el botellón en portales y patios, las reuniones nocturnas en salones comunitarios que acaban a las 3 de la mañana. Durante meses algunos administradores se han limitado a “tomar nota”. Nosotros no. Nosotros sabemos lo que va a pasar ahora: más llamados a policía, más quejas escritas y más sanciones directamente aplicadas a las comunidades. El control de ruido en comunidades esta vez va mucho más allá del simple “vecino molesto”.

La ordenanza municipal de ruido existe desde hace años, pero hasta ahora las inspecciones estaban mucho más centradas en hostelería. Ahora la diana se ha movido. Y la diana apunta directamente a los portales residenciales donde hay alquileres de estudiantes. La temporada universitaria ha vuelto, los inquilinos están entrando y, sin asumir protocolos claros internos, las comunidades pueden acabar pagando el desastre que provoca uno solo de ellos.

Por eso desde Administración de Fincas Cañavate hemos activado comunicación preventiva a comunidades para fijar normas internas, avisos formales pre sanción, protocolos de aviso para fiestas identificadas, comunicación directa con propietarios arrendadores y recordatorios sobre horarios de uso de zonas comunes. El control de ruido en comunidades ya no es una opción: es una obligación.

Y este mensaje no es exagerado: ahora mismo el precio de no anticiparse es que tu comunidad termine siendo titular. Y no para bien.