Tres AVOEs cordobeses y un jienense triunfan en el Concurso Internacional Soil O-Live por su calidad y la salud de sus suelos
Los premios se darán oficialmente a conocer en la Conferencia Internacional sobre Sostenibilidad en el Cultivo del Olivo (ICSOC), que se celebrará los días 25 y 26 de septiembre de 2025 en Úbeda

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Córdoba - Publicado el
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La segunda edición del Concurso Internacional Soil O-Live: Salud del Suelo y Calidad (The Soil Health & Olive Oil Quality Awards 2024) ha confirmado su posición como referente mundial en sostenibilidad agronómica y calidad del aceite de oliva, reconociendo a tres aceites cordobeses y uno jienense por sus excelentes características organolépticas y la salud de los suelos donde se cultivan.
Este certamen único, impulsado por el proyecto europeo Soil O-Live, financiado al 100% por la Unión Europea y coordinado por la Universidad de Jaén, busca vincular de manera directa la salud del suelo con la calidad del aceite de oliva. Deoleo, líder global en producción de aceite, participa como empresa colaboradora, aportando sus instalaciones para la cata de los aceites y promoviendo la sostenibilidad en la cadena de valor desde el origen.
Los premios se darán oficialmente a conocer en la Conferencia Internacional sobre Sostenibilidad en el Cultivo del Olivo (ICSOC), que se celebrará los días 25 y 26 de septiembre de 2025 en Úbeda. Sin embargo, el anuncio de los ganadores se realizó en una jornada formativa para agricultores celebrada en el Molino Aceitero del Conjunto Vergara, en Doña Mencía, Córdoba, donde se abordaron prácticas sostenibles y los beneficios de un manejo adecuado del suelo para mejorar la calidad del aceite.
Antonio Manzaneda, coordinador de Soil O-Live y profesor de Ecología de la Universidad de Jaén, expresó su satisfacción por la amplia participación y la calidad de las muestras recibidas. “Es alentador que los agricultores comiencen a comprender cómo un suelo sano repercute directamente en la calidad del aceite”, señaló, destacando la importancia de seguir fomentando la concienciación ambiental y la sostenibilidad entre los profesionales del campo.
Por su parte, Juan Carrasco, Manager Global de Sostenibilidad de Deoleo, subrayó que “la calidad del aceite no está reñida con el cuidado del entorno. Unas prácticas agronómicas sostenibles generan aceites superiores y preservan la biodiversidad del olivar”. La jornada contó también con la intervención de Juan García, técnico de campo de Almazaras de la Subbética, y Fernando Ruiz, gerente de la cooperativa Ntra. Sra. de la Consolación de Doña Mencía, quienes destacaron el compromiso de su cooperativa con la sostenibilidad desde la adhesión al Protocolo de Deoleo en 2018, incluyendo cuidado del suelo, reducción de emisiones y prácticas más igualitarias.
En la categoría Frutado Ligero, el ganador fue un AOVE de la variedad arbequina de Almazara de la Subbética, con aromas a aceituna verde, plátano, alcachofa y almendra, y un sabor dulce con ligero amargo y picante. El premio Frutado Medio correspondió al aceite picual de la almazara Sucesores Hermanos López de Luque (marca Morellana), descrito por el jurado como armónico y completo, con notas de trigo verde, almendra, cáscara de plátano y retrogusto a especias y hierbas. Por último, el Frutado Intenso recayó en un aceite hojiblanca de la Subbética, con intenso frutado a aceituna verde, aromas vegetales, tomatera y hierbas silvestres, y un sabor equilibrado entre dulce, amargo y picante.
El premio al Mejor Suelo se otorgó a la muestra “La Casona en Rama” de Agropecuaria El Puerto de Pegalajar, Jaén, cuyos valores de respiración superaron los 9 microgramos de CO₂-C/gramo/hora, comparables a suelos de bosques mediterráneos bien conservados, reflejando una elevada actividad microbiana.
El concurso constó de dos fases: un análisis científico del suelo y, posteriormente, la cata de los aceites por expertos como Marzia Migliorini, Mª Carmen Serrano, José María Penco y Plácido Pascual, garantizando anonimato y rigor mediante intervención notarial. Esta edición, mucho más amplia que la anterior, permitió la participación de todos los aceites, confirmando que la sostenibilidad y la excelencia sensorial del aceite pueden ir de la mano.



