Lucena celebra con fervor y tradición las Fiestas Aracelitanas 2025, su gran cita con la Virgen de Araceli
COPE vive desde el corazón de esta localidad la fiesta más esperada del año

Especial Mediodía COPE Fiestas Aracelitanas
Córdoba - Publicado el
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Lucena vive estos días su gran cita anual con la devoción, la tradición y la cultura. Las Fiestas Aracelitanas 2025, declaradas de Interés Turístico Nacional, han vuelto a llenar de emoción, color y fe las calles de la ciudad, con una programación repleta de actos litúrgicos, festivos y culturales que giran en torno a la Virgen de Araceli, patrona de Lucena y del Campo Andaluz.
El alcalde de Lucena, Aurelio Fernández, ha subrayado el papel que estas fiestas juegan en la identidad colectiva de la ciudad: “Son la expresión más profunda del alma lucentina. Representan nuestras raíces, nuestros valores y la unión de un pueblo en torno a su patrona”. El regidor ha querido agradecer el esfuerzo de todas las personas e instituciones implicadas, especialmente de la Real Archicofradía, los cuerpos de seguridad, los voluntarios y el equipo municipal.

Aurelio Fernández (dcha) y Fran Durán
Precisamente desde el Ayuntamiento, la delegación de Fiestas, Tradiciones y Costumbres, dirigida por Araceli Rodríguez, ha diseñado un programa “amplio, diverso y pensado para todos los públicos”. Como novedades este año destaca la apertura adelantada de las atracciones al 1 de mayo y actividades especiales para mayores y niños en la Caseta Municipal. “Queríamos que la feria y la fiesta sean vividas por igual desde la infancia hasta la tercera edad, creando espacios para el reencuentro familiar y vecinal”, ha explicado Rodríguez.

Araceli Rodríguez (dcha.) y Fran Durán
Desde el ámbito religioso, el vicehermano mayor de la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli, Manuel Navarro, ha destacado la labor de los santeros, la belleza de la Ofrenda Floral y el sentimiento que despierta la procesión del domingo: “Cada paso que da la Virgen es un encuentro con la historia y con el alma de nuestro pueblo”.
Este año, el honor de llevar a la Virgen sobre sus hombros recae en el manijero Francisco Carrera, santero veterano y muy vinculado a la devoción aracelitana. Para él, esta experiencia es “un sueño hecho realidad. He santereado muchas veces, pero ser manijero es algo único. Es un compromiso, una emoción que no se puede describir con palabras”. Carrera reconoce que ha preparado durante meses este momento junto a su cuadrilla, “cuidando cada detalle para estar a la altura”.

Entrevista a Manuel Navarro, vicehermano mayor de la Real Archicofradía de la Virgen de Araceli
El acto literario del pregón cuenta con la voz y la emoción de Rafael Ramírez, quien ofrece este 2 de mayo un discurso sentido y lleno de referencias a la historia, el fervor y la belleza de las fiestas. “He querido rendir homenaje a todas esas generaciones que han transmitido la devoción a la Virgen de Araceli. El pregón ha sido para mí un regalo, una forma de devolver tanto como he recibido de Lucena”, confesaba en los micrófonos de COPE. El espacio elegido será la parroquia de San Mateo.

Francisco Carrera, Araceli Gutiérrez, Fran Durán, Aurelio Fernández y Rafael Ramírez
Una de las figuras más queridas en estas fechas es la Aracelitana Mayor, este año encarnada por Laura Gutiérrez, joven lucentina emocionada por representar a su ciudad y su patrona. “Es un orgullo inmenso. Desde pequeña soñaba con este momento, y ahora poder vivirlo es algo que recordaré siempre”, afirmaba. Laura ha destacado la cercanía del pueblo y el cariño recibido desde que fue proclamada: “Llevo a la Virgen en el corazón, y quiero que se note en cada acto”.

Araceli Gutiérrez (dcha.) y Fran Durán en el set de COPE
Las Fiestas Aracelitanas continúan con una programación que combina tradición, música, devoción y espectáculo, con especial atención a la función religiosa del domingo y la procesión por las calles de Lucena, culminada con un brillante espectáculo de fuegos artificiales. El broche final llegará con la romería de subida, el primer domingo de junio, devolviendo a la Virgen a su santuario en la Sierra de Aras.