El Hospital Reina Sofía realiza la primera implantación en España de un desfibrilador extravascular por esternotomía media
Se trata del tercer caso en el mundo con esta técnica innovadora, que amplía las opciones de tratamiento para pacientes con cirugía cardíaca mayor

Hospital Reina Sofía realiza la primera implantación en España de un desfibrilador extravascular por esternotomía media
Córdoba - Publicado el - Actualizado
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El Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba ha logrado un hito médico al convertirse en el primer centro en España —y el tercero en todo el mundo— en implantar un desfibrilador extravascular utilizando la técnica de esternotomía media. Esta intervención pionera ha sido posible gracias al trabajo coordinado de los equipos de Cirugía Cardiovascular y Electrofisiología, que han empleado el dispositivo ‘Aurora’, una nueva generación de desfibriladores automáticos implantables (DAI) desarrollada para ampliar las opciones terapéuticas en pacientes con enfermedades cardíacas complejas.
El procedimiento se ha llevado a cabo en dos pacientes que requerían cirugía cardíaca mayor con apertura del esternón. Aprovechando ese acceso quirúrgico, el equipo médico implantó el desfibrilador extravascular de forma simultánea, evitando así la necesidad de una segunda intervención quirúrgica. Ambos pacientes han evolucionado de forma muy favorable y se recuperan satisfactoriamente en sus domicilios, con parámetros de seguridad equivalentes a los de los desfibriladores convencionales.
El dispositivo ‘Aurora’ representa una innovación clave en el tratamiento de las arritmias cardíacas graves. A diferencia de los desfibriladores automáticos convencionales, que requieren la introducción de electrodos a través del torrente sanguíneo hasta el interior del corazón, este nuevo modelo se implanta fuera del sistema vascular, en la parte externa del tórax, aprovechando el acceso generado durante la cirugía cardíaca. Esto supone una importante ventaja, ya que reduce notablemente el riesgo de infecciones intravasculares, fractura de electrodos o complicaciones asociadas al contacto directo con el interior de las venas y cavidades cardíacas.
“El desfibrilador extravascular Aurora se coloca sobre el corazón, pero sin invadir el interior de las venas, lo que nos permite ofrecer una solución más segura y menos invasiva para determinados perfiles de pacientes”, explica el doctor Javier Moya, cirujano cardiovascular del Hospital Reina Sofía y encargado de realizar esta intervención. “Decidimos aprovechar la apertura del esternón, ya que estábamos en una posición óptima para realizar la implantación sin necesidad de procedimientos adicionales”, añade.
Aurora es capaz de detectar alteraciones del ritmo cardíaco y actuar automáticamente en caso de emergencia. Puede aplicar descargas eléctricas de baja energía para restablecer el ritmo normal del corazón ante una arritmia grave, e incluso administrar pequeños impulsos eléctricos para tratar taquicardias. Además, incorpora un sistema de seguimiento y diagnóstico que permite al equipo médico monitorizar de forma continua el estado del paciente y la evolución del tratamiento.
Este avance no solo tiene implicaciones clínicas relevantes, sino que también marca un paso adelante en la estrategia de innovación tecnológica del Hospital Reina Sofía. El centro cordobés cuenta con una dilatada experiencia en la implantación de desfibriladores automáticos, realizando más de 80 intervenciones anuales. Con esta nueva técnica, el hospital consolida su posición como referente nacional en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares complejas.
Desde el punto de vista médico, esta intervención supone una oportunidad para ofrecer soluciones personalizadas a pacientes con necesidades quirúrgicas combinadas. “Este tipo de implante está especialmente indicado para personas que, además de necesitar un desfibrilador, deben someterse a una cirugía cardíaca mayor. Al realizar ambos procedimientos en una misma intervención, evitamos riesgos asociados a múltiples cirugías y mejoramos el postoperatorio del paciente”, destaca el doctor Moya.
Los resultados obtenidos en estos dos primeros casos avalan la eficacia y seguridad del procedimiento, y sientan las bases para su futura incorporación como opción terapéutica en pacientes con determinadas características anatómicas o patológicas. El equipo médico del Hospital Reina Sofía ya trabaja en la documentación y evaluación científica del proceso, con el objetivo de contribuir al desarrollo y consolidación de esta técnica a nivel nacional e internacional.
Esta intervención, que combina la innovación tecnológica con una aplicación clínica real, se enmarca dentro del compromiso del Hospital Reina Sofía por situarse a la vanguardia de la medicina cardiovascular. El centro mantiene una colaboración estrecha entre diferentes especialidades —cirugía, cardiología, anestesiología, enfermería—, lo que ha permitido desarrollar un modelo asistencial integral y altamente especializado, centrado en la mejora de la calidad de vida del paciente.