Un estudio alerta: Europa necesita más hábitats naturales en el campo para salvar a los polinizadores

Los resultados del trabajo muestran que distintos grupos de polinizadores necesitan porcentajes mucho más altos de hábitat natural para mantenerse en niveles saludables

Abejas

Abejas

Fran Durán

Córdoba - Publicado el

3 min lectura

Un nuevo estudio internacional advierte de que los objetivos marcados por la Unión Europea (UE) para frenar la desaparición de los polinizadores no son suficientes. Estos insectos, esenciales tanto para mantener la biodiversidad como para garantizar la producción agrícola, requieren una mayor superficie de hábitats naturales en las zonas agrarias si se quiere asegurar su supervivencia. 

La investigación, publicada en la revista Science, ha contado con la participación de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC, Sevilla) y el Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC, Córdoba). Sus conclusiones son claras: es necesario aumentar la extensión de hábitats naturales, asegurar su calidad y garantizar su permanencia en el tiempo.

Actualmente, la Estrategia de Biodiversidad de la UE plantea que al menos un 10% de la superficie agraria esté ocupada antes de 2030 por elementos de gran diversidad, como franjas de protección, setos, muros de piedra, estanques o tierras retiradas de la producción. Sin embargo, el equipo investigador sostiene que este compromiso resulta insuficiente.

Los resultados del trabajo, que se basan en el análisis de 59 estudios realizados en 19 países, muestran que distintos grupos de polinizadores necesitan porcentajes mucho más altos de hábitat natural para mantenerse en niveles saludables. Así, las abejas solitarias precisan de un 16%, los abejorros de un 18% y las mariposas de hasta un 37%.

“Cuanto más hábitat natural existe en zonas agrícolas, mayor es la presencia de polinizadores”, resume el investigador de la EBD-CSIC Ignasi Bartomeus. Los científicos también destacan que los hábitats con más flores concentran más insectos, aunque advierten de que la calidad del entorno no compensa la falta de espacio: “Aunque la calidad sea alta, si no se alcanza un mínimo de hábitat natural resulta imposible mantener poblaciones sanas”, añade Bartomeus.

En la misma línea, la investigadora de la Universidad de Wageningen y primera autora del estudio, Gabriella Bishop, recalca que lo más importante es ampliar primero la superficie de hábitats: “Es mejor concentrarse en aumentar el área disponible, en lugar de gestionar pequeños espacios, aunque estos tengan muchas flores”.

El estudio también alerta de que la conservación actual en Europa se basa en medidas temporales, como la creación de franjas de flores silvestres junto a los cultivos, que generan un aumento pasajero de polinizadores pero no una solución duradera. “Hay cultivos, como los frutales, donde conservar biodiversidad dentro de las fincas es compatible con una alta producción. Pero en otros más intensivos, como el girasol, hacen falta compensaciones económicas para destinar parte de la tierra a la biodiversidad”, señala Bartomeus.

En este punto, cobra relevancia la dimensión económica del problema. José Luis González Andújar, del IAS-CSIC y también firmante del artículo, insiste en que es imprescindible reconocer económicamente a los agricultores que destinen parcelas a crear y mantener hábitats naturales. “Este esfuerzo debe sostenerse al menos durante dos décadas; de lo contrario, la falta de estabilidad generaría inseguridad en el sector y apenas habría beneficios para los polinizadores”, advierte.

El reto, según los investigadores, pasa por rediseñar el paisaje agrario europeo para hacerlo más sostenible y resiliente. “Hacer una transición hacia una agricultura más sostenible requiere pensar qué paisajes queremos tener, y eso implica tener en cuenta factores ecológicos, económicos y sociales”, concluye Bartomeus.

Este trabajo se enmarca en el proyecto europeo Showcase, financiado por el programa Horizonte 2020 de la UE, cuyo objetivo es integrar la conservación de la biodiversidad en las prácticas agrícolas. Con este estudio, los científicos reclaman a Europa más ambición para proteger a unos aliados invisibles pero indispensables: los polinizadores. Sin ellos, se resiente no solo el equilibrio de la naturaleza, sino también la seguridad alimentaria del futuro.

Temas relacionados

Herrera en COPE

Herrera en COPE

Con Carlos Herrera

Lunes a viernes de 06:00h a 13:00h

Programas

Último boletín

11:00 H | 29 SEP 2025 | BOLETÍN

Boletines COPE
Tracking