La otra cara del Distrito Sur de Córdoba que no se vio en televisión
Un reportaje solivianta a los vecinos de la zona: "Fue indignante porque se aprovecharon de las personas para dar una mala imagen de la zona"

Córdoba - Publicado el - Actualizado
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A apenas 550 metros de la calle Torremolinos, epicentro de la zona conocida como los Vikingos, se sitúa el mirador de la calle Osario Romano, uno de los puntos desde donde mejor se puede disfrutar la monumentalidad de Córdoba. Es una de las múltiples ironías que uno puede encontrar si pasea por el Distrito Sur de nuestra ciudad. Un reportaje emitido el pasado miércoles en Antena 3 pintaba en exclusiva la cara amarga y gris de un distrito que tiene -según datos de 2024- una renta per cápita media de 9.197 euros por los más de 20 mil de quienes viven, por ejemplo, en El Brillante.
Las reflexiones vertidas en ese espacio televisivo han causado molestia en muchos vecinos de la zona, que no se ven reflejados con justicia. Quedamos con Juan Moreno. Lleva desde 1986 vinculado a movimientos vecinales en su barrio. Ahora dirige la Asociación de Vecinos de Puente Romano, que abarca parte de un distrito sur que conforman el Sector Sur, Fray Albino, el Campo de La Verdad y el barrio del Guadalquivir.
Mucho espacio, pero no demasiados vecinos porque la mayoría de ellos habitan en casas de una planta. Le duele lo que toda España vio el otro día por el amor que tiene al lugar donde vive: "Fue indignante. El Distrito Sur no se merece esa imagen bochornosa y sensacionalista. Se aprovechan de las personas para dar una mala imagen con una falta de sensibilidad absoluta".
la necesidad del ingreso mínimo vital
Uno de los términos que más veces se repite en el reportaje es “Ingreso Mínimo Vital”. Una prestación que debe estar dirigida a prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social de las personas que viven solas o carecen de recursos económicos básicos para cubrir sus necesidades básicas. Una ayuda que, repite Juan, es necesaria, pero que requiere vigilancia para evitar el abuso: "Son 451 euros, que no da para unas vacaciones ni para comprarse una casa. Debe servir para garantizar al menos dos comidas al día. Es verdad que por parte del gobierno se debe hacer un seguimiento exhaustivo de a quién se le da y cómo se le da, pero no demonizar esa paga".
Mientras paseamos por la zona guiados por Juan observamos a varios operarios municipales podando árboles y arreglando las zonas verdes. Pasamos por el campo de San Eulogio, recientemente puesto de nuevo a disposición de los clubs de la zona tras su reforma. El Distrito Sur de 2025 no se parece al de hace décadas. Juan hace memoria y asume esa mejoría, pero también aprovecha la oportunidad para reivindicar lo que a su criterio es lo más urgente para el urbanismo de su barrio: "Esto ha cambiado mucho. Recuerdo un artículo creo que de Carmelo Casaño que era "Córdoba, la ciudad del no", y eso ha cambiado mucho. Ahora estamos sufriendo un estancamiento en los últimos siete años, que apenas se ha arreglado una segunda fase de la calle Segunda Romana, cuando antes siempre se arreglaba al menos una calle al año".
El recorrido nos lleva tras pasar sobre socavones en el asfalto por la calle Sancho el Bravo y la Alfonso Once a la Plaza de la Cruz del Cerro. Un lugar que en los cuarenta sirvió de aprovisionamiento de combustible y que ahora es frecuentado para reportarse de carbohidratos por los jóvenes que estudian en el Instituto Averroes. Desde allí también parten las manifestaciones organizadas por Juan Moreno para exigir que su barrio mejore. Piden, por ejemplo, una parada de Aucorsa en el descampado de la calle Acera del Lindero para evitar que los trabajadores de la zona no tengan que coger a primera hora de la mañana el autobús que pasa enfrente de la zona conflictiva conocida de los vikingos donde, explica, los atracos son frecuentes y las mujeres que han de irse al centro a trabajar solo pueden ir con el dinero justo para pagar el billete. Juan demanda más seguridad en la zona para poder vivir mejor en lo que él llama el sur del sur de Córdoba.
LA SEGURIDAD EN LA ZONA, UNA BATALLA POR GANAR
Nos acercamos a la Plaza del Mediodía. La ágora de la zona. Allí, en torno a la hora que da nombre al lugar, charlan vecinos que sacan a pasear sus perros, plantan sus mercancías vendedores ambulantes y algunos jubilados acuden al Mercado del Sector Sur a comprar. Le preguntamos a Alfredo qué le parece la imagen que puede tener el barrio por testimonios como los recogidos en el programa que tanto enfadó a Juan: "Llevo cincuenta años viviendo aquí y todo el mundo no es igual. Yo quiero trabajar y no hay trabajo. Inseguridad no, porque ya nos conocemos todos".

La explanada de Acera del Lindero y el ambiente en la Plaza del Mediodía
Rafael y Manuel, a los que separan veinte años, comparten sin embargo enfado y reflexionan sobre su situación y la situación del lugar donde viven sentados bajo uno de los plátanos que dan sombra a la zona. Rafael, el más veterano, se queja: "no me tiene que quitar Hacienda 461 euros si yo cobro 658. Yo lo necesito para vivir. No puedo ya trabajar". Manuel, que sujeta a su perro para que no se escape espeta: "He vivido siempre en la Electromecánica y ahora no cobro nada. Llevo veinte años aquí y el problema está arriba -en los Vikingos- aquí está todo bien. Como en todos lados".
En el mercado le pedimos un segundo a Toñi, que está despiezando con habilidad un rodaballo. Ella no vive allí, pero tiene su puesto de trabajo en el corazón del Distrito Sur. Le preguntamos cómo es su día a día y si ese ingreso mínimo vital se nota que impulsa y mantiene a muchos vecinos: "hay la misma inseguridad que en cualquier otro sitio de la ciudad. Es verdad que llevamos una temporada en la que sí están transitando gente que no debería. Yo vengo a trabajar y no he pasado nunca nada. Hay mucha gente que cobra el ingreso mínimo vital y creo que deberían mirarlo bien".
Son algunas de las 38.000 voces que podrían contarnos su historia. Algunas felices. Otras tristes. Unas de esperanza y otras de desesperación. Porque la realidad nunca admite un único tono para ser pintada.