Asfaco propone un nuevo modelo industrial para Córdoba ante el reto de la Base Logística y la transformación económica

La Asociación de Fabricantes de Córdoba (Asfaco) ha planteado un giro estratégico en su manera de trabajar para adaptarse a un escenario económico en transformación, marcado por la llegada de la Base Logística del Ejército de Tierra y la necesidad de modernizar la industria local. Más allá de los datos económicos —que cifran en 6.000 millones de euros la facturación anual del conjunto de empresas asociadas y en 3.000 millones la de las netamente cordobesas—, el presidente de la entidad, Miguel Ángel Tamarit, centró su discurso en la asamblea anual en la necesidad de repensar el papel de la industria cordobesa en un contexto global cada vez más complejo.

El encuentro, celebrado este martes, sirvió no solo para hacer balance, sino para lanzar una propuesta de cambio en profundidad. Tamarit subrayó que “no basta con seguir creciendo en número de empresas o en volumen de negocio; necesitamos repensar cómo formamos a los trabajadores, cómo innovamos y cómo atraemos inversión en un contexto donde la competencia es cada vez más exigente”.

Uno de los elementos clave de esa transformación pasa por lo que denominó un “cambio sin precedentes en la formación”, que debe ir de la mano de la inteligencia artificial y estar orientado a las nuevas necesidades que surgen con proyectos tractores como la Base Logística. “No podemos permitirnos el lujo de que estas oportunidades pasen de largo por falta de personal cualificado o por un modelo formativo obsoleto”, aseguró.

Actualmente, Asfaco aglutina a unas 70 empresas, el doble que hace dos años, que dan empleo a más de 6.500 personas. Esta evolución, según Tamarit, obliga a reformular el modelo asociativo. “Queremos pasar de una asociación representativa a una comunidad empresarial más expansiva, colaborativa y comprometida con el desarrollo de nuestro entorno”, afirmó. La propuesta incluye dar un mayor protagonismo a la cooperación entre compañías, fomentar alianzas estratégicas y compartir conocimiento para avanzar de forma más cohesionada.

En paralelo a esta visión de futuro, el presidente de Asfaco alertó de algunos obstáculos que frenan ese desarrollo. Señaló como principales barreras el “exceso de legislación” que afecta a todas las fases del ciclo empresarial, una presión fiscal que calificó de “desincentivadora” y un entorno geopolítico marcado por la inestabilidad. “Todo esto nos resta capacidad para competir con garantías y nos pone en desventaja frente a otras regiones o países que ofrecen más facilidades para invertir”, lamentó.

En este sentido, Tamarit apeló a una mayor complicidad por parte de las administraciones para facilitar la actividad económica. “No pedimos privilegios, pedimos condiciones razonables para crecer, innovar y mantener el empleo”, puntualizó. También reclamó una mejor conexión entre la empresa y el entorno educativo para asegurar una oferta formativa alineada con las demandas reales del mercado.

El acto sirvió, además, como espacio de networking entre representantes de las empresas asociadas, muchas de las cuales están directamente involucradas en sectores estratégicos como la logística, la agroindustria, la tecnología o el metal. Todas ellas están llamadas a desempeñar un papel clave en el desarrollo de la provincia en los próximos años.

La apuesta por una Córdoba industrial, moderna y con visión de futuro se perfila así como el nuevo eje de acción de Asfaco. Con un tejido empresarial que ya representa el 15% del PIB provincial, la asociación plantea un modelo más ambicioso: dejar de ser un actor económico importante para convertirse en motor del cambio estructural que requiere el territorio.