Los llaman "chavales" cuando expresan su sorpresa por las tres muertes cobradas en la noche de ayer en la A-384. Pero todos, incluído el cuarto ocupante del vehículo que colisionó con el autobús a la altura del término municipal de Bornos, estaban en loa cuarenta y tantos años. Ello es una muestra de cómo se les conocía, cómo se trata a aquellos a los que Villamartín ha visto crecer. "Es una pena, aquí los conocía todo el mundo", dice Julio Reyes, sacristán en la parroquia de Nuestra Señora de las Virtudes. Ofrece su testimonio quien, con la misma edad que las víctimas reconoce haber coincidido en el colegio con uno de ellos.

Venían desde la obra en la que trabajaban como albañiles en El Puerto de Santa María pero se quedaron a unos kilómetros del pueblo. La vida de tres de ellos quedó sesgada a un mortal adelantamiento y el cuarto está ingresado en el Hospital Universitario de Jerez de la Frontera. "Cuatro vecinos jóvenes, conocidos en Villamartín, la gente aquí está muy triste, supertristes", insiste Julio que explica como "a dos de ellos los conozco de hablar con ellos y los otros de vista, han tenido esta mala suerte".

"Villamartín está muy triste y, sobre todo, pensando en las familias, tanto las de los fallecidos como la del que está ingresado, a ver cómo podemos gestionar todo esto, sobre todo con las familias", vuelve a señalar. Todo el pueblo se concentrará en el Tanatorio donde los funerales tendrán lugar respectivamente a las 18:15 y 18:45 horas de este miércoles y a las 09:00 horas de mañana jueves.

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