Cuando un entrenador cambia un partido y lo arrima a su ascua, habla bien a las claras de que algo ha tocado para que se produzca ese cambio de ritmo que resulta vitar de cara a poder modificar el sino de un encuentro.
Sergio logró tocar las teclas y mover las piezas para que el Cádiz fuera a por el encuentro en la segunda mitad y que su equipo fuera por muchos momentos superior al de Unai Emery. Los tres cambios que hizo al poco de comenzar la segunda mitad fueron claves para revitalizar al equipo y darle una marcha más, tal y como dijo el propio entrenador del cuadro de Castellón. Pero no solo ese triple cambio con Choco, Lucas y Álex, también el posterior de José Mari que permitió al Cádiz dar un plus más en la recta final del encuentro.
El Cádiz ofreció sus mejores minutos de la temporada, aunque tampoco estaba el listón demasiado alto. No obstante, lo visto en la segunda parte por parte del equipo amarillo recuerda bastante a lo que ofreció el técnico catalán en la segunda vuelta de la pasada campaña. Brotes verdes en Carranza en forma de juego para un Cádiz que se reencontró consigo mismo.