Samanta, agricultora: "¿Qué dirán mis hijas cuando le pregunten que a qué se dedica su madre? Podrá decir con orgullo que mamá siembra vida"

Samanta, una agricultora conocida en redes sociales como @agrosamanta, ha lanzado una poderosa reflexión a través de un emotivo vídeo que se ha difundido en TikTok. En él, aborda una pregunta que le hicieron recientemente: "¿Qué dirán mis hijas cuando le pregunten que a qué se dedica su madre?". Su respuesta se ha convertido en una declaración de intenciones y un homenaje a su profesión.

El orgullo de oler a campo

Lejos de cualquier complejo, Samanta afirma que educará a su hija para que pueda afirmar con rotundidad: "Mi mamá siembra vida". En su mensaje, la agricultora reivindica que los sueños no siempre tienen olores convencionales. "Los sueños no siempre huelen a perfume", declara, sino que "a veces huelen a campo, a esfuerzo, a tierra mojada".

Los sueños no siempre huelen a perfume"

Samanta

Agricultora de Níjar, Almería

Esta defensa del orgullo agrícola llega en un momento en que muchos profesionales del sector se sienten abandonados. Las dificultades son numerosas, como las resume el agricultor Marc, quien denuncia que mientras a los productos de España se les exigen "mil medidas fitosanitarias, papeles y controles", los que vienen de fuera no pasan por los mismos filtros. Es una realidad que lleva a algunos a un punto límite, como el caso de Pascual Cabedo, quien considera que abandonar la agricultura es un lujo que no nos podemos permitir.

Sembrar valores, no solo tierra

La labor de Samanta, según explica, transciende el trabajo físico en el campo. "Yo no solo siembro en la tierra, también siembro en ella", asegura en el vídeo. Su objetivo es inculcar en su hija "valores, raíces y sueños", una herencia intangible que considera tan importante como el propio cultivo de la tierra.

Yo no solo siembro en la tierra, también siembro en ella"

Samanta

Agricultora de Níjar, Almería

La reflexión final de esta madre agricultora se centra en el ejemplo. "No sé qué dirán, pero yo le enseño a poner el corazón en todo lo que tocan", concluye. Su mensaje es un recordatorio del valor del trabajo en el campo, una labor a menudo invisible pero esencial, y que en ocasiones se enfrenta a adversidades tan duras como las que narra otro agricultor en Toledo, donde a veces "no queda ni la piedra". El vídeo de Samanta es un soplo de esperanza y orgullo para todo un sector.