Estampida mortal en El Salvador con 12 fallecidos y más de 100 heridos

El Salvador sufrió la noche de este sábado su mayor tragedia deportiva con la muerte de 12 personas a consecuencia de una estampida en el estadio Cuscatlán, en San Salvador, y que ha dejado a unas 100 personas heridas.

La Secretaría de Prensa del Gobierno salvadoreño confirmó la cifra de los fallecidos. Los incidentes se produjeron cuando los aficionados intentaban ingresar a una de las gradas del estadio para presenciar un choque entre el Alianza y el Futbolistas Asociados Santanecos (FAS) correspondiente a la vuelta de cuartos de final del torneo Clausura 2023.

Tras conocerse la última actualización de los fallecidos, la mayoría hombres, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, aseguró en su cuenta de Twitter que "se realizará una investigación exhaustiva". "La Policía y la Fiscalía realizarán una investigación exhaustiva de los hechos ocurridos en el Estadio Cuscatlán. Todos serán investigados: equipos, directivos, estadio, boletería, liga, federación, etc.", publicó y agregó que "sean quienes sean los culpables, no quedarán en la impunidad".

MÁS DE 500 ATENCIONES Y MUESTRAS DE SOLIDARIDAD

Carlos Fuentes, portavoz de Comandos de Salvamento dijo a los periodistas que fueron trasladadas unas 100 personas a diferentes hospitales, mientras que las atenciones a afectados suman unas 500. La Federación Salvadoreña de Fútbol (Fesfut) lamentó en un comunicado las muertes y agregó que "solicitará de inmediato un informe de lo sucedido y comunicará lo pertinente en el más breve plazo".

Las emergencias sanitarias no daban a basto para retirar en camillas a hombres, mujeres y niños. Según las primeras informaciones, un grupo numeroso de aficionados del Alianza intentó entrar al estadio Cuscatlán sin entrada, ya que las que ellos poseían serían falsas, y para ello derribaron una de las puertas de acceso al estadio provocando una estampida mortal.

En un intento por controlar la situación, la policia ordenó el cierre de los accesos y lanzó gases lacrimógenos contra los aficionados que intentaban ingresar en el estadio. Según la versión policial, el humo de la pólvora de los petardos hizo que aumentara la histeria colectiva pero nunca se usó gas lacrimógeno.

El partido comenzó a disputarse, pero fue suspendido a los 20 minutos cuando se produjo una invasión de campo de los aficionados que buscaban alejarse del caos reinante en las gradas. El terreno de juego se uso como hospital improvisado para dar los primeros auxilios a los más de 100 heridos. El saldo final de fallecidos fue de 12 personas.