El adiós que se merecía El Juli - A ras de albero

El adiós que se merecía El Juli

Fin de semana intenso. Muy intenso. Madrid y Sevilla han centrado el interés del mundo taurino con un nombre propio sobre el que ha pivotado la actualidad. Julián López El Juli. 25 años como matador de toros y el final de una etapa de su carrera. El madrileño ha evitado pronunciar la palabra retirada. No hubo corte de coleta en Sevilla el domingo. Solo el tiempo y las circunstancias vitales de Julián dirán si ha sido un hasta luego o un adiós definitivo.

En el ruedo, El Juli se despidió a lo grande de Madrid. Una como novillero y una como matador de toros. Hasta este sábado eras las Puertas Grandes abiertas por Julián López ‘El Juli’ durante su carrera en Las Ventas. Este sábado era su adiós a Madrid tras 25 años como matador de toros. Su Madrid, el que tantas veces le había juzgado con exigencia. Quizá demasiada como consecuencia de su consolidada condición de figura. Alguna Puerta Grande había quedado en el camino fruto de injustas decisiones del palco venteño. Otras, por culpa de una espada que falló en días clave.

Pero este sábado, Madrid quiso que Julián concluyese esta etapa de su carrera con un gran sabor de boca. Dos orejas y su tercera salida a hombros. Suya fue la tarde y suyo el triunfo con el que Las Ventas reconoció su trayectoria y se olvidó de prejuicios y exigencias para decirle adiós de forma triunfal y generosa.

Madrid es así, exigente cuando debe serlo y generosa también cuando toca. Y el sábado tocaba. El Juli pudo sentir el cariño como figura de época que ha sido, es y será. Otro día, en otras circunstancias, hubiese sido una tarde más de Julián en Madrid. Pero hubo sensibilidad y esa puerta grande vino a restañar antiguas heridas e injusticias. La perspectiva de los años dará a algunos la verdadera dimensión de El Juli en este cuarto de siglo y en la evolución de la bravura que él ha capitaneado en el inicio de esta centuria.

Luego llegó Sevilla y ahí no hubo triunfo. No hubo posibilidad de esa octava puerta del príncipe que algunos pronosticaban aunque no hubiese consecución de los trofeos necesarios. La Maestranza despidió con solemnidad y cariño a El Juli tras pasear una oreja ante un toro de su ganadería fetiche, la salmantina de Garcigrande.

Tras su adiós, habrá que ver cómo se reorganiza el escalafón y cómo se cubrirá un hueco tan difícil de tapar. El empresariado tendrá que agitarse con la despedida de El Juli. Los ecos de una retirada encubierta de Morante tras anunciar que cortaba una temporada intermitente tras su rabo de Sevilla, deja muchas incógnitas en el aire de cara a un 2024 que se antoja fundamental para dar el puesto que muchos jóvenes toreros vienen demandando.

Una generación de toreros está en retirada y una nueva está pidiendo paso. ¿Sabrá reinventarse el sector?

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