Ducharse es una actividad cotidiana, esencial. Cada día procedemos a pasar bajo el agua, jabón y champú para mantener una higiene personal adecuada. No solo es fundamental para mantener una convivencia ordenada con nuestra familia, amigos y compañeros de trabajo. También es un hábito que afecta directamente a nuestra salud. Y es que, una higiene deficiente puede derivar en enfermedades serias que no te recomendamos experimentar.

Aunque todo esto parezca de perogrullo, existen situaciones en las que no deberías ducharte. No son tantas y aquí te explicamos una de las más desconocidas. Para saber qué hacer, una recomendación, mirar qué está pasando en la calle.

Por qué no ducharte si se da este fenómeno

Las tormentas eléctricas son un riesgo muy común que, ahora que comienza el otoño debemos tener más presente que nunca. Son momentos en los que el ambiente está cargado de energía y en los que, como decimos, es mejor que no entres al baño a darte una ducha. La revista Science Alert fue la que avisó de los problemas que podrían darse al combinar ducha con tormenta eléctrica.

"Cuando las nubes de tormenta se mueven sobre la Tierra, generan una carga eléctrica opuesta al suelo", se explica detalladamente en la publicación, siendo este fenómeno "lo que hace que el rayo sea atraído". De esta forma, la tormenta eléctrica "busca un equilibrio entre sus cargas, por lo que descarga la energía hacia donde pueda alimentarse".

Entre este tipo de alimentaciones encontramos "los materiales o elementos del suelo más conductivos de la electricidad, como por ejemplo el metal", según ser apunta desde la revista científica. ¿Y esto qué tiene que te puedas dar o no una ducha?

El metal y el agua como conductores

Las duchas, por lo general, contienen multitud de elementos metálicos, siendo algunas de estas auténticas cajas cuyas estructuras están formadas por materiales de metal. A esto hay que añadirle que dentro de las paredes de nuestra casa hay tuberías, también metálicas que, con lo anterior pueden conducir la electricidad de forma muy eficaz.

Con todo esto, no se puede obviar que el agua es un gran conductor de electricidad, lo que convierte, el darse una apacible ducha en plena tormenta eléctrica en una temeridad. ¿Qué te puede pasar?

Las descargas eléctricas

Es así como finalmente, darte una ducha en este tipo de circunstancias puede facilitar que la electricidad generada fruto de la tormenta termine por encontrar la forma más fácil y eficiente de tomar tierra en tu propio baño. Si en ese momento te estás dando una ducha, puede llegar a causarte una descarga eléctrica que, recomendamos, trates de no experimentar por los riesgos asociados a tu salud.

Sea como fuere, prudencia en momentos como este y evitar darse duchas o estar en contacto con superficies metálicas al aire libre.