"El amor es ... empujar su swing con una muleta cuando ambos tengan más de 80 años" escribió el usuario de la red social Tiktok que al ver a los octogenarios en los columpios del parque, grabó un vídeo y lo compartió con sus seguidores.

Los comentarios no se hicieron esperar:  "Casi lloro de ternura", "Qué bonito, me ha llegado al corazón", "¡Ojalá, Dios mío tenga un futuro así", "Amo a mis abuelos",... y podríamos seguir.

Estos ancianos rusos, se desconoce la ciudad en la que viven, no dudan cuando salen a pasear en sentarse un ratito a disfrutar como niños en los columpios del parque, sin duda, lo más tierno es ver como gentilmente, el abuelito que se ve obligado a llevar una muleta para poder andar, hace un esfuerzo sobrehumano para empujar a su esposa para que el columpio ejerza la función para la que fue creada, balancear.

Dicen los pedagogos y los pediatras que cuando un niño juega en un columpio experimenta muchas y grandes sensaciones al mismo tiempo: el sentirse libre, la sensación de velocidad, algo que gusta y atemoriza al mismo tiempo, y  la alegría de estar al aire libre. 

Si los seres humanos nos volvemos como niños con la edad, el columpiarnos debería aportarnos las misma sensación de libertad y disfrute al aire libre, bien es cierto, que si vemos el vídeo, el vértigo de la velocidad no va a ser tal. Pero como es fundamental para los ancianos mantenerse lo más en forma posible, el montar y bajar del columpio si les aporta cierta psicomotricidad que también vamos perdiendo con la edad.